La primas a terceros y Satrústegui
Dejando claro que a uno las primas por ganar nunca le parecieron mal, querría recordar una anécdota. En la temporada anterior al cuatrienio vasco (81-84), la Real Sociedad dio un fuerte aviso, yendo líder imbatido hasta la penúltima jornada, en la que perdió 2-1 contra el Sevilla.
El Real Madrid, que estaba agazapado a un solo punto de distancia, ganó y se puso primero. En la jornada final no fallaron ninguno de los dos y la Liga fue por tanto para el Madrid. Ese domingo, José María García reunió a jugadores de ambos equipos:
-“Bueno, los realistas supongo que felicitaréis al Campeón, ¿no?”
A lo que uno de ellos, creo que Satrústegui, respondió:
-“No, no les felicitamos porque han ganado con trampas. El Sevilla estaba primado”.
A lo que García, auténticamente atónito, repuso:
-- “Pero, ¿cómo es eso? Tendrás pruebas de lo que dices, supongo”.
--“No, pruebas no tengo, pero bastaba con ver los saltos de alegría que daban cuando los goles, siendo así que no les iba nada en juego”
Y así fue la cosa. Los realistas demostraron ser pésimos perdedores, así como los dos años siguientes fueron justos ganadores. Pero al margen de que el Sevilla fuese o no primado, cosa que desconozco, hay una pregunta que desde aquel día tengo ganas de hacerle a Satrústegui, y esta puede ser la ocasión de hacerlo públicamente. A los realistas les parecía antideportivo que el Sevilla hubiese cobrado, si es que lo hizo. Pero, según esto, ¿hubiese sido perfectamente deportivo, justo y benéfico que, siendo así, los andaluces hubiesen salido al trantran y les hubieran dejado ganar? Porque es lo que pareció desprenderse de las palabras de Satrústegui. Carlos Alonso
Palma de Mallorca