Lazier: el director de hotel que desafía al gran mito ‘Big Al’

Vigésima Indy 500 con 49 años

El sueño americano. Ese ideal de igualdad de oportunidades para todo el mundo únicamente regido según tu habilidad o trabajo que defiende el sentimiento de igualdad en EE UU entronca a la perfección con múltiples leyendas y mitos del automovilismo. Como el del dorsal 44 en la edición 101 de la Indy 500, Buddy Lazier, uno de los 32 rivales de Alonso, el veterano piloto de 49 años que dirige un hotel en Colorado y que afronta sus vigésimas 500 Millas, que ya ganó en 1996. Lazier llega con un objetivo: convertirse en el más veterano de la historia en beber leche en el podio del óvalo destronando a ‘Big Al’, Alfred Unser, el mito que venció cuatro veces y cuya familia posee un récord inigualable ya que, además de las cuatro mencionadas tanto su hermano Bobby como su hijo Al Unser Jr. lograron dos cada uno.

Estirpe referencia en la Indy que sirvió de ejemplo a los Lazier. El patriarca, Bob, fue piloto profesional y disputó la CART y la edición de la Indy 500 de 1981 donde fue 19. Trece años antes montó un hotel de lujo, Tivoli Lodge, en su localidad natal de Vail donde sigue viviendo y que actualmente dirige Bobby y en el que Jacques, hermano menor con once temporadas disputadas de la Indycar y seis Indy 500 a sus espaldas, también ayuda.

Buddy Lazier no pudo participar en los entrenamientos libres de la edición 101 hasta el viernes ya que aún estaban preparando el coche, pero sus 25 intentos de participar (el primero en 1989) y sus 19 veces en parrilla (la primera en 1991) le hacen conocer las curvas del óvalo de Indiana como nadie. Y no olvidemos que se trata de un campeón absoluto de la Indycar (2000) y un luchador nato: en 1996 debutó en el nuevo campeonato con pole y abandono por problemas de frenos su cita inicial, en la segunda tuvo un brutal accidente con 16 fracturas y 25 huesos de la espalda astillados y regresó dos meses después para ganar la Indy 500, su carrera, su obsesión.