Muguruza barre a Putintseva y se cita con Mladenovic
La española se siente “muy bien”
Garbiñe Muguruza está a tres partidos de volver a jugar la final de Roland Garros. Tan cerca y tan lejos. Parece pronto para decirlo, pero es que la hispano-venezolana va manejando fenomenalmente la presión de haber venido como campeona y soluciona con temple los compromisos que se le presentan ante jugadoras de distinto corte. Ayer ganó por 7-5 y 6-2 a Yulia Putintseva, kazaja de 25 años, numero 29 del mundo, bajita (1,62), correosa y con mal genio, que fue un dolor de muelas para Garbiñe durante gran parte del partido. Bolas altas y velocidad para moverse a la hora de defender, sus mejores armas. Lo peor, un servicio más bien flojo. Parecida a Francesca Schiavone, la primera rival de Garbiñe en París.
Con paciencia, derechazos y agresividad para subir a la red y colocar golpes ganadores (26), Muguruza gestionó la situación para meterse por cuarta vez en octavos de final del Grand Slam de tierra, donde se enfrentará a la peligrosa Kristina Mladenovic, que venció con muchos apuros a la estadounidense Shelby Rogers: 7-5, 4-6 y 8-6.
Será el segundo enfrentamiento, previsiblemente mañana, entre ambas tenistas. La número cinco del mundo contra la 14. El anterior, en la tierra de Marrakech, fue una batalla: 7-6 (4) y 7-6 (6) para la francesa. Garbiñe confía en su juego y se siente “muy bien”.