Otros consejos que tampoco hay que olvidar
Pequeños detalles pueden ayudar a que el desplazamiento resulte mucho más grato
Descansar. Un viaje en coche puede ser agotador. Si hay retenciones y si se suma un posible madrugón, la cosa va a peor. Hacer paradas para desentumecer el cuerpo y para despejar la cabeza se antoja clave para evitar problemas. Los dolores de espalda al volante se arreglan con los estiramientos adecuados.
Comodidad.
La ropa es básica siempre que vamos al volante, pero todavía más cuando hay por delante un viaje que puede extenderse de largo a eterno. El calzado es especialmente importante, debe ser el adecuado para conducir.
Comer e hidratarse. No sabes cuánto vas a estar en el coche y, si consigues acceder a una estación de servicio, estará a abarrotada. Procura llevar siempre algún tentempié y bebida para estar bien hidratado, aunque ten cuidado con lo que eliges: los refrescos con gas no son una buena idea al volante.
Siempre con batería.
No la del vehículo, sino la del smartphone y demás gadgets tecnológicos que lleves contigo. Pueden ayudarte a salir de una emergencia y obtener información sobre el estado de las carreteras. Además, sirven para entretener a los niños.
Paciencia. Si un adulto puede llegar a desesperarse en un atasco interminable, ¿cómo no lo va a pasar mal un niño? Tener entretenidos a los pequeños puede ser tan esencial para el viaje como llevar combustible en el depósito: juegos en el teléfono, películas, consolas portátiles, música, contarles un cuento… todo vale para distraerlos. Y, por supuesto, evitar mareros.
Paradas
Querer llegar antes de tiempo es un error, hay que descansar