Landa mide su forma en el inédito Picón Blanco
Un puerto que la Vuelta a España tiene en el punto de mira
Mikel Landa terminó el Tour a un segundo del podio y en un estado de forma formidable. Así lo demostró en San Sebastián ayudando a Kwiatkowski y lo ratificó en la etapa inicial de esta Vuelta a Burgos, donde se enfundó el liderato. “Me estoy sintiendo bien, sólo necesito que mi cuerpo aguante un par de días más”, comenta el alavés del Sky con los ojos puestos en la victoria final.
Hoy será una buena jornada para comprobar si el físico le aguanta, porque el pelotón se enfrenta a una etapa muy exigente con seis puertos y final en el imponente Picón Blanco: una ascensión de 9 kilómetros al 9% de media, con muchos tramos superando el 10% y rampas que alcanzan el 17%. “Todo el mundo dice que es durísimo, veremos cómo voy, pero espero que pueda fortalecer allí mi liderato”, asegura el escalador del Sky, que partirá como uno de los favoritos a inscribir su nombre en una cima que pronto podría verse en una grande como la Vuelta. La etapa ha sido diseñada por el exciclista Íñigo Cuesta y servirá como ensayo para valorar su inclusión en futuras ediciones de la ronda española.
Cumpleaños feliz. Una jornada clave que estuvo precedida por una etapa de perfil llano, con escapada de siete ciclistas en la que el que más lejos llegó fue Lluís Mas (Caja Rural), pero que no pudo impedir la llegada masiva, en la que dominó el italiano Matteo Trentin (Quick Step). Un triunfo que inaugura su palmarés en 2017 y una forma inmejorable de celebrar su 28º cumpleaños.