España se quedó sin podios por primera vez en la historia
Se lograron cinco finalistas, tres más que en 2015
No se esperaban medallas en los Mundiales de Londres 2017, porque cojeaba el trípode en que se asienta nuestro atletismo actual. Ruth Beitia no era la que ganó la medalla de oro en los Juegos de Río, ni Orlando Ortega el que alcanzó la plata allí mismo, ni Miguel Ángel López aquel marchador que arrolló con todo en los Campeonatos del Mundo de Pekín 2015.
Nuestros tres mosqueteros tenían sus espadas poco afiladas. Más bien romas. Lo demostraron en la capital británica.
El dato es demoledor: España había ganado siempre alguna medalla en los Campeonatos del Mundo, desde el inicio en el ya lejano Helsinki 1983, donde José Marín fue plata en los 50 kilómetros marcha, al oro de Miguel Ángel López en Pekín 2015, también en marcha, pero en la distancia inferior.
Adel Mechaal estuvo cerca de arreglar las cosas en este sentido, por su cuarto puesto en los 1.500 metros: a falta de oro, plata o bronce, se quedó con el chocolate.
En cuanto a finalistas, España llegó a cinco, mientras que en Pekín hubo sólo dos, de forma que el progreso en ese sentido ha sido especialmente bueno.
También lo es el dato de que once atletas hicieron marca personal durante la competición (Óscar Husillos, en dos ocasiones, en las series y en las semifinales de 400 metros) y otros tres hicieron los mejores registros de la temporada.
El equipo de relevos 4x400 metros batió, además, el récord de España. El cuarteto formado por Óscar Husillos, Lucas Bua, Darwin Andrés Echeberry y Samuel García fue quinto e instaló un récord de categoría en las tablas: 3:00.65, casi en la frontera de los tres minutos, esa puerta que lleva a la superélite mundial.
Pero hubo no pocos atletas que cayeron malamente a la primera, lejos de sus marcas, algunos de ellos veteranos. Hay que aprender la lección.
El 4x400 Fue un ejemplo para todos: finalista y con récord de España