La moción empieza con una batalla legal
El voto de censura se activó con polémica de fechas
El Barcelona afronta desde ayer el tercer voto de censura contra un presidente de su historia y, como no podía ser de otra manera, empieza con polémica legal. Los promotores de la moción, liderados por los socios Agustí Benedito y Lluís Daniel Geli formalizaron pasadas las doce del mediodía la iniciativa y pocas horas después ya se encontraron con dos frentes legales abiertos.
El primero hace referencia a los días a partir de los cuales se cuenta el período de recogida de firmas. Para el club, empieza a partir del momento en el que estén disponibles en las oficinas de la entidad las papeletas para que firmen los socios que quieran adherirse a la moción. Para los opositores, el crono empieza a contar a partir de las 24 horas siguientes de que se recojan las papeletas. Los estatutos del club así lo determinan, pero ya hay un frente abierto. Y no es el único.
Si lo del plazo para recoger las firmas ya trae cola, la cuestión en torno a los días hábiles no es moco de pavo. Los estatutos del Barça indican que el período para recoger firmas tras presentar una moción de censura es de 14 días hábiles. Lo que no se especifica es cuales son los días hábiles. La duda está en los sábados. Para los promotores de la moción los sábados deben de ser inhábiles, para los directivos (oh, sorpresa) no. No es un debate baladí. Si no se cuentan los sábados, Benedito y los suyos tendrían cuatro partidos en el Camp Nou para recoger las firmas. En caso contrario, sólo tres. El partido que baila es el del fin de semana del 1 de octubre (curiosamente, el día previsto para el referéndum de independencia de Catalunya) contra la UD Las Palmas.
Benedito necesita 16.570 firmas para llevar la gestión de Bartomeu y su junta ante un plebiscito. Ese referéndum no se disputa en las norma de la mayoría simple. Para ganarlo, los opositores deben de conseguir el 66,3 por ciento de los votos. Una reto enorme, pero el Barça es imprevisible.