“Si perjudico al Sky será una faena... para ellos”
David de la Cruz, una amenaza para su futuro equipo
David de la Cruz es, desde la crisis de Contador en Andorra, el mejor español de la general de la Vuelta, ahora quinto a 2:23 de Froome. Y está en la lista de ciclistas que el Sky debe marcar de cerca este fin de semana. Con la curiosa circunstancia de que el catalán ya ha firmado con el equipo británico para las próximas dos temporadas. ¿Qué ocurriría si un movimiento suyo afecta a su futura escuadra? “Será una faena… para ellos. Si con eso logro algún éxito o un triunfo será una gran alegría para mí. Soy un profesional del Quick Step hasta el 31 de diciembre”.
Tras 13 jornadas disputadas, se mantiene delante en la general, incluso salvando dificultades como el inoportuno pinchazo en Calar Alto o los siete segundos que se dejó ayer “por no entrar bien colocado”: “Tengo buenas piernas, espero que venga a partir de ahora todo de cara”. Pero, aunque espera escalar posiciones, no quiere lanzar las campanas al vuelo: “Quizá aún no estoy en ese grupo de favoritos que pueden hablar de ganar la Vuelta, sí en los que aspirarán en un futuro”. Y rechaza las críticas que acusan al Quick Step de no apoyarle: “Tenemos más objetivos que un buen puesto en la general. Por eso llevamos tantas victorias en esta Vuelta”.
Atleta. De la Cruz vive su mejor momento en un deporte al que llegó por casualidad. De hecho, donde destacaba de joven era en el atletismo, en la prueba de 3.000 obstáculos, pero las lesiones le apartaron de la pista y le llevaron a comprarse una bici. Diez años después de aquello, a los 28, es uno de los nombres propios del presente del ciclismo español. Compañeros como Alaphilippe, ganador en Xorret de Catí, avisan de que el corredor de Sabadell puede hacer algo grande: “Se ha preparado mucho para esta ronda, le noto en una forma sensacional”.
Este fin de semana será un examen para él, aunque asegura que se le dan mejor “estos puertos largos que los explosivos”. Y en su cabeza sigue el objetivo con el que llegó: hacer una Vuelta mejor de la que completó el año pasado, en la que acabó séptimo, se anotó una etapa y fue líder un día: “Aún queda mucho, me encuentro bien y no he dicho mi última palabra”.
En forma “Aún queda mucho y no he dicho mi última palabra en la Vuelta”