Las patatas fritas y el jamón en el Cetina Quince
Hermoso, cuyos abuelos le inculcaron el fútbol, se estrenó
La alineación que Quique Sánchez Flores dispuso en el Camp Nou deparó una sorpresa agradable. No fue el estreno de Sergi Darder, esperado por el rol que desempeñará el jugador esta temporada, sino la presencia de Mario Hermoso junto a David López en el eje de la defensa. Fichado este mismo verano del Real Madrid-Castilla, club al que llegó con 11 años y que dejó después de una temporada como capitán en el segundo equipo, el central había sido titular en la pretemporada, pero se había visto relegado al banquillo en las dos primeras jornadas de Liga por Naldo Gomes. Le llegó la hora en el Camp Nou ante un Barcelona que se sacudió rápido al Espanyol, pero Hermoso cumplió ante tanta exigencia.
El defensor perico empezó dando sus primeras patadas a un balón en el Club Deportivo Concepción, entre los barrios de Ciudad Lineal y San Blas-Canillejas de Madrid. Su padre lo llevaba al campo con su opel astra de color verde oscuro, pero fueron sus abuelos los que le inculcaron la pasión por este deporte. “Su abuelo José Luis siempre me decía que su nieto iba a acabar jugando en el Madrid porque tenía una gran zurda”, comentó a este diario José Domingo Corral, quien conoce a la familia desde hace tiempo. Su abuela Pilar se sabía todos los nombres de los jugadores del equipo blanco y, a diario, frecuentaban el bar Cetina Quince, donde Hermoso, un niño de ojos claros y pelo rizado, acudía los domingos con sus padres a tomar el vermut, y a comer patatas fritas y jamón mientras jugaba con la acera de la calle con su traje blanco del Madrid.
Sus abuelos, tanto los maternos como los paternos, se encargaban de compararle las botas y de seguir las hazañas de aquella promesa del fútbol madrileño. De hecho, es tanta la devoción que sentía el jugador por ellos que lleva su nombre serigrafiado en las espinilleras. José Luis y Pilar ya fallecieron, pero al menos pudieron ver cumplido uno de sus sueños: su hijo debutó con el primer equipo del Madrid en el Trofeo Santiago Bernabéu con apenas 17 años. Era el año 2012 y Jose Mourinho se percató de algunas cualidades de un futbolista que estaba en edad juvenil.
Cinco años después, no de blanco sino de blanquiazul, Hermoso ha logrado debutar en Primera. Fijo David López, con un debut gris de Naldo y con la incógnita de Sergio Sánchez, Hermoso afronta el reto de convertirse en el compañero del canterano y capitán perico. Aunque Quique quedó con dudas después de la pretemporada, y al jugador se le tenía asignado otro rol al que desempeñó el sábado, su rendimiento será el que determine si será el central escogido para acompañar a David López.
Una carrera de fondo a la que aspira a presentar batalla el nieto de José Luis y Pilar.
Sus inicios Con 11 años se fue al Madrid y Mourinho lo hizo debutar con 17 en el Bernabéu
Familia Sus abuelos le compraban las botas y creían que llegaría por su zurda