El Marc Gasol de la NBA, por fin
Como el domingo contra Turquía, durante muchos minutos resultó imposible no recitar la lista de bajas de España, por nombres y por roles en la rotación. Pero la Selección, a diferencia de otros equipos que también han tenido lo suyo con las ausencias, acaba encontrando soluciones. Esta vez despegó con Ricky Rubio y Pau Gasol en el banquillo. Con los interruptores que acaba encontrando Sergio, el trabajo a destajo de Sastre y el gran partido que muchos esperábamos de Marc Gasol. Y son ya diez semifinales de Eurobasket seguidas y 16-2 en partidos continentales de cruce desde 2007, cuando estrenó en Madrid condición de campeona del mundo.
Los escenarios en los que España puede perder en Estambul se reducen drásticamente con esta versión de Marc, la de casi cada noche en la NBA. La que le da en Estados Unidos estatus de all star, por consenso uno de los tres mejores del mundo en su posición, y en la que no parecen penalizarle las diferencias entre los dos lados del Atlántico en ocupación de espacios y formas de defender. Instinto, lectura de juego y muñeca: reinventado para adaptarse a los tiempos, la pasada temporada lanzó 268 triples y anotó 104. En el total de las ocho anteriores con los Grizzlies, metió 12 de 66. Así que no fue una tarde de extraña clarividencia sino, por fin, el Marc al que muchos esperábamos.