Pero Unzué ganó la posesión

Desde que se hizo cargo del banquillo del Celta la expresión que más repite Unzué es “nuestra idea”. Se refiere al estilo de juego que el nuevo cuerpo técnico quiere instaurar en un equipo que la pasada campaña alcanzó las semifinales de la Copa y de la

Europa League. Pese a esos históricos resultados, parece que los celestes estaban yendo por el camino equivocado hasta la llegada de los ex ayudantes de Luis Enrique. Por lo visto en las primeras cuatro jornadas, la revolucionaria “idea” consiste en que Cabral se la pasa a Fontàs y Fontàs se la vuelve a pasar a Cabral. Y así hasta el infinito. La fórmula también admite la variante de jugar el balón con Sergio para que el portero le meta más emoción al partido. Plasmando ese plan sobre el césped de Cornellá, los célticos se adjudicaron la posesión con un abrumador 67%. El triunfo en este apartado llegó acompañado de la tercera derrota, pero “la idea” seguro que ha salido aún más reforzada.

No hace falta ser un scouter para detectar que el éxito de la última versión del Celta de Berizzo tuvo en Aspas y en el Tucu a sus dos pilares. El moañés aportó los goles que por el momento se le están negando. El año pasado también le costó marcar el primero y después acabó como máximo realizador español. Por su parte el chileno no está pudiendo aportar solidez en la medular porque Unzué apuesta por centrocampistas que encajan mejor en “la idea”. Con

Hernández el equipo es más directo y su entrada fue clave para que el Espanyol acabara pidiendo la hora. Más temprano que tarde, será titular.