Los colores de la camiseta
En las comarcas de Girona la gente es, mayoritariamente, del Barça. Me parece incuestionable incluso en este momento de efervescencia máxima del conjunto que prepara Pablo Machín. Pero mañana, como muy bien recoge el anuncio que el club acaba de lanzar en redes sociales para promocionar el partido, habrá mucha gente que cuando abra su armario antes de ir a Montilivi dudará entre ponerse la camiseta del Girona o la de su Barça. Cuando el Girona pululaba por categorías impropias de su dimensión de ciudad no había dilema. Se vivía pendiente del equipo culé y se preguntaba el resultado del Girona, como mucho, mientras el gris cemento era el color predominante en las gradas de Montilivi.
Con el equipo en Segunda División, la cohabitación seguía vigente, incluso cuando el crecimiento social y deportivo de la entidad ya era indudable. Se podía seguir siendo del Barça y del Girona pero, eso sí, el número de los que lucían la zamarra rojiblanca por los campos de Segunda crecía temporada tras temporada. Sin que ello obligara a desprenderse de la blaugrana. Ahora en Primera División, nada cambiará en el corazón de esos seguidores ni en el armario pero mañana tendrán que decidir. Conocedor del sentir de muchos de los suyos, el presidente del club Delfí Geli deja claro en cada entrevista que, este sábado, no tiene que haber dudas.