Dos fogonazos acercan al Levante a la próxima ronda
Boateng y Doukouré noquean a un Girona sin pegada
EI Levante ya tiene un pie y medio en la próxima ronda de la Copa del Rey. El conjunto de Muñiz logró un gran triunfo ante un Girona que le faltó pegada para meterse en la eliminatoria. Sí la tuvieron los granotas, que en dos fogonazos de Boateng y Doukouré dejan casi sin emoción la vuelta en el Ciutat de Valencia.
Eso sí, el 3-5-2 de Machín provocó que el inicio de partido se le hiciera eterno a un Levante que no encontraba su lugar y en el que Bardhi no acababa de aparecer. El trivote del centro del campo rojiblanco campaba a sus anchas y, además, cada cambio de sentido del juego era un mano a mano de los carrileros con los laterales granotas. Y siempre ganaban Mojica y Maffeo. La posesión era gerundense, pero no hacían sangre a un Levante tranquilo y que esperaba su momento. No tenía problemas el conjunto de Muñiz. Y en el 40’ llegó la oportunidad. No la desaprovechó porque Morales dio una clase magistral de cómo se ha de realizar una contra. La acción se inició con un error infantil de Douglas (se quedó protestando una posible falta) y lo aprovechó Doukouré para prolongar a un Morales que se retó con Ramalho a la carrera. Al llegar a la frontal del área, el extremo tiró de calidad para colocarle un pase delicioso a la espalda de Muniesa y Planas a un Boateng que no falló ante Bono. El Levante apenas había inquietado al Girona, pero su muestra de pegada fue incontestable.
Tras el 0-1, el Girona parecía noqueado y el Levante siguió lanzando contras envenenadas. Y dos minutos después se vivió una situación idéntica al gol granota, pero esta vez Bono se hizo inmenso ante Boateng.
Tras el descanso, el equipo de Machín no tardó en mostrarse en el área rival, pero Oier se lució ante Ramalho y evitó el empate. Parecía que no era el día para el Girona porque minutos después, Marlos Moreno no acertó a golpear el balón tras el pase de Olunga y el Levante hizo el 0-2 gracias a un cabezazo de Doukouré. El final fue un quiero y no puedo rojiblanco. El Levante ya manda.
Clave Oier evitó el 1-1 con una gran parada a Ramalho