El nuevo Assassin´s Creed es un proyecto faraónico
Está ambientado en el Egipto de Cleopatra y Julio César
Tras un año sabático, la saga Assassin’s Creed regresa con una experiencia situada en el Egipto de Cleopatra y Julio César (49 a. C.) y que relata los orígenes de la Hermandad de los Asesinos.
La buena noticia es que el estudio a cargo de esta aventura es del Montreal, responsable del Black Flag, uno de los Assassin´s más redondos hasta la fecha, y de varios de los Far Cry.
Cambio de rumbo. Después de dos títulos por debajo del nivel de la saga, Unity y Syndicate, Ubisoft ha echado el resto renovando todos los sistemas de juego: exploración, combate, experiencia, equipación...
Origins llama la atención en primer lugar por la extensión del mapa, mucho mayor que anteriores episodios y que aparca un tanto la propuesta vertical de los edificios para presentar vastas extensiones de terreno alrededor del delta del Nilo. La recreación de las ciudades: Alejandría, Menfis... está realizada con gran esmero, es posible reconocer monumentos emblemáticos y recorrer sus calles llenas de vida y colores. También se ha hecho un buen trabajo con la fauna: cocodrilos, hipopótamos, serpientes y felinos se convierten en enemigos circunstanciales.
Mejoras en la IA. Otro de los hándicaps de la serie eran los combates, donde los rivales esperaban turno para atacar, ahora muestran un comportamiento más realista coordinando sus acometidas. Hay diversos tipos de armas cortas y largas (arcos) que se adaptan al estilo del jugador.
Se ha potenciado, y mucho, el elemento de exploración, se ha introducido un sistema de progreso tipo rol y la equipación del personaje será ahora relevante.