Un diseño capaz de conquistar corazones
El Toyota C- HR se ha convertido en un fenómeno de ventas gracias a la combinación de una estética rompedora con todas las ventajas de la tecnología híbrida de la marca
La evidencia de que los coches entran por los ojos es tan consistente que ni los más sesudos expertos en automoción se atreven a cuestionarla. Un diseño acertado es la mejor tarjeta de presentación para cualquier modelo y el C- HR de Toyota es un magnífico ejemplo.
Se trata de una suerte de SUV compacto con un envoltorio realmente espectacular: atrevido, musculoso, deportivo y original. Es así como ha conquistado a muchos automovilistas, al amparo también del fenómeno de los todocaminos, aunque en su caso las limitaciones para salir del asfalto sean incluso mayores que en algún turismo por la reducida altura libre al suelo de la que dispone. En todo caso, tiene aspecto de SUV... y de los más llamativos que se pueden comprar en su franja de precio.
Con esa carrocería tan especial y una longitud de 4,36 metros no se debe esperar una habitabilidad encomiable, sobre todo en las plazas traseras ( tampoco en la capacidad del maletero). Los acabados disfrutan de la calidad propia de los productos japoneses, más que correcta y complementada por un equipamiento de seguridad en todas las versiones a tener muy en cuenta: alerta de cambio de carril, sistema precolisión con detección de peatones, reconocimiento de señales, programador activo de velocidad o encendido automático de luces ( incluyendo las largas).
Otra de las bazas principales del C- HR es disfrutar de las ventajas de la tecnología híbrida de Toyota. Combina su motor de gasolina con otro eléctrico para alcanzar una potencia de 122 CV, con consumos bastante ajustados siempre que las baterías puedan abastecer al propulsor correspondiente. Es algo que ocurre con más facilidad en un uso urbano que por carretera, porque en caso de exigir el máximo rendimiento del propulsor térmico el gasto deja de ser tan bajo.
Lo que sigue sin convencernos es el cambio automático CVT de transmisión continua, en absoluto refinado, ruidoso y con vacíos de entrega en la fase inicial de aceleración. Una lástima, porque por lo demás el coche se comporta realmente bien en cualquier trazado.