Hassen-Bey: noche bajo cero camino de El Teide
El viento frena la subida; Carlos Soria la acompañará
A2.700 metros, en la empinada vía que conduce hacia la cima de El Teide, nadie se explica cómo alguien puede superar semejante pared con una silla de ruedas. En acción, sobre un prototipo sustentado por cinco neumáticos, está Gema Hassen-Bey, que más que rodar, hace pura escalada. La misión es titánica. Las pendientes con unos 60 grados de inclinación, los saltos de 50 centímetros y un camino tan estrecho como irregular obligan a un esfuerzo gigantesco.
Por si fuera poco, la primera noche junto a su equipo en el Campo 1, situado a unos 2.800 metros, resultó durísima. Sopló el viento con rachas de 45 kilómetros por hora y zarandeó tiendas y el sueño de muchos. El termómetro registró una mínima de -2ºC y una sensación térmica de -5ºC y, ya en la mañana, obligó a cancelar la jornada de ascenso del martes. Ayer, con buen tiempo, Gema reanudó la marcha y se mostró con ganas de superar esta segunda fase. “Esta montaña no se acaba nunca, pero seguiremos y si no da tiempo, volveremos. Soy muy cabezona”, comentaba.
Al tramo final del reto se unirá Carlos Soria, el veterano montañero que ha coronado 12 ochomiles. Caminará junto a Hassen-Bey el día 13. Será un broche emocionante para la expedición, que centra sus energías en superar la barrera de los 3.000. Para evitar el desgaste, llegará el momento de estrenar el último prototipo: un carro de ruedas pequeñas que avanzará sobre unos raíles gracias al impulso de los brazos de Gema, que tirará de una cuerda.