“Creo en Dios: él nos ayudó para ese 12- 1” Rincón
Hipólito Rincón recuerda cómo vivió la hazaña que la Selección logró con su triunfo, con cuatro goles suyos, por 12- 1 a Malta en el Villamarín, que dio el pase a la Euro 84. ➥
¿ Lo que aconteció ante Malta en el Villamarín puede catalogarse como un milagro? — Fue un milagro. Yo creo en los milagros, en la vida y en Dios. Creo que él nos dio el premio que se merecía este país y nosotros. Dios estuvo con nosotros. Hay algo por encima nuestra que ayuda en la vida y ese día nos ayudó.
— Dicen que usted era el único que creía en la hazaña.
— Creo que en el fondo todos creían en ello, no sólo yo. Pero era difícil expresarlo: ¡ Había que meter once goles! Era una hazaña complicada. Yo estaba convencido de que lo íbamos a conseguir. ¿ Por qué no podíamos? Yo siempre he pensado que podía ganar cualquier partido.
— ¿ Cómo se enfoca un partido en el que debes meter como mínimo once goles? — Era complicado. No servía ninguna táctica. Miguel Muñoz se encargó de inculcarnos lo importante que era España y nuestra bandera, lo que significaba para un pueblo entero. La cuestión era qué hacer para meter 11.
— ¿ No había un plan?
— No tenía ningún sentido hacer tácticas, la única válida era hacer 11 goles. La orden era dejarnos la vida por nuestro escudo. Sólo eso.
— Holanda tuvo ventaja al no tener que jugar en Malta...
— Eso fue clave. Nosotros cuando fuimos a Malta a jugar, llegamos allí y aún estaban pintando las líneas, aquello era un patatal. Si llegamos a jugar los dos partidos en España les metemos 24.
— Cuando saltan al césped del Villamarín, incluso llovía.
— Yo lo vi positivo porque ellos saldrían menos de su campo. Si el campo se ponía pesado, como a mí me gustaba, más posibilidades tendríamos. Ese día, con esa camiseta puesta, en ese campo, con ese himno, íbamos a morir por España, hubiese sido difícil que cualquier selección del mundo nos superara. — Y nada más comenzar, Señor falla un penalti.
— Era por la presión, pero no nos dio tiempo ni a pensarlo. — Y marcan al cuarto de hora. — El cálculo no daba. Habíamos imaginado que al menos meteríamos seis antes del descanso.
— Y empata Malta...
—- Cuando marcan yo creo que no nos afectó mucho. Nuestro objetivo era hacer un gol más, la hazaña era la misma.
— ¿ Cómo se vive el descanso con el 3- 1 tan corto a favor? — Comencé a gritar, quería transmitir que podríamos haberles metido ocho. Yo estaba con mucha euforia, quería salir otra vez al campo y que no hubiese ni descanso.
— Su primer tanto inaugura la segunda parte.
— Ni lo celebré ni contaba los goles. El técnico nos pedía cabeza, pero era imposible usarla. Era sólo meter gol y salir corriendo. Yo no sabía que había metido cuatro goles tras el partido. Sólo había un objetivo y era la portería.
— Y llegó el periodo clave.
— Marcar cuatro goles en un cuarto de hora fue la clave. Recuerdo que nos miramos todos, que miramos el marcador y fue cuando nos sorprendimos y pensamos que lo hacíamos, que era cuestión de tiempo. — Quedaba mucho tiempo tras anotar el undécimo. ¿ Como lo vivieron en ese momento?
— Muñoz nos pedía tranquilidad y es cuando me di cuenta de que nos faltaba uno.