Alonso, ¿pionero? Sainz ya pilotó el Toyota de Le Mans
El ‘Matador’ probó en 1998 el GT-One en Montmeló
Carlos Sainz, bicampeón del mundo de rallys y campeón del Dakar, es un referente del motor en el mundo y precursor de casi todo lo referente al automovilismo en nuestro país. Amante de la velocidad y con un ADN competitivo como pocos, el madrileño de 55 años no esquiva opciones para exprimir cualquier vehículo. Y así ha sido siempre. Y casi siempre el primero. El test de Fernando Alonso, el domingo en Bahréin, con el TS050 Hybrid que seguramente pilotará en las 24 Horas de Le Mans de 2018 no ha sido el estreno de un piloto español al volante de un prototipo de Toyota de la mítica cita de Resistencia. Hace 19 años, Sainz ya tuvo esa experiencia. El Matador competía con la marca de la originaria Koromo en el WRC y fue invitado a probar en Montmeló el GT-One TS020, el arma nipona para asaltar el triunfo en el circuito de La Sarthe.
Poco trascendió de esa prueba, pero el escocés Allan McNish, tricampeón en Le Mans (1998, 2008 y 2013) y piloto de Toyota en F1 (2002), también presente en el trazado de Barcelona recordó en 2003 ese día en ‘Autosport’. El por entonces piloto de Porsche lo relataba así: “Recuerdo a Carlos Sainz conduciendo el Toyota. Sus primeras vueltas fueron bastante divertidas. Entraba continuamente en boxes y apenas podía llevar el coche recto, no estaba acostumbrado a la capacidad de respuesta de la dirección. Al final del día, yo estaba fuera de la pista y pasó el GT-One. Pensé para mí: ‘Qué rápido está yendo Brundle’ (piloto oficial de Toyota en Le Mans 1998 y 1999, y con 158 GGPP de F1 disputados y nueve podios). Cuando llegué a boxes descubrí que era Sainz el que conducía el coche. Recuerdo que estaba a menos de un segundo de los tiempos de Brundle en menos de un día”.
McNish quedó alucinado con la capacidad de aclimatación de Sainz: “Fue impresionante teniendo en cuenta que al principio del día yo le iba siguiendo en pista y apenas podía llevarlo recto. Hizo un enorme esfuerzo y un trabajo excelente y acabó yendo muy, muy rápido. Descubrí que los pilotos de rally tienen un control del coche más amplio que los de circuito y quizá la diferencia es que estos saben cómo llegar al límite de manera más consistente”. Eso sí, Sainz no llegó nunca a correr en Le Mans, algo que Alonso está muy cerca de hacer.