España adelgaza en el World Tour con 9 ciclistas menos
De 41 pasarán a ser 32 en 2018, un 20% menos
El ciclismo español no ha tenido un buen año. El ejemplo más claro se puede ver en el podio de las tres grandes, donde en 2017 no hubo presencia española en ninguno de ellos, hecho que no se producía desde 1965. Para situarnos, en la década pasada España subió al podio del Tour hasta en diez ocasiones (cuatro victorias). En ésta, tres y ningún triunfo. Choca más en la Vuelta, carrera por excelencia para nuestros corredores pero donde la participación internacional este año ha sido inmejorable, con la victoria de Chris Froome. Entre 2000 y 2010, 23 podios y ocho victorias; del 2010 hasta ahora, nueve podios y tres triunfos.
Las nuevas reglas de la UCI, que ha reducido el número de corredores de nueve a ocho en las grandes vueltas y de ocho a siete en el resto de carreras, puede agudizar el problema: de los 41 ciclistas que estaban este año en el World Tour pasarán a ser 32 en 2018, un 20% menos.
Los hermanos Herrada (Cofidis), Rubén Plaza (Israel) y Javi Moreno (Delko), descienden a Pro Continental. Jon Ander Insausti, por su parte, baja dos (Continental) y correrá en Fundación Euskadi.
Capítulo aparte merecen los retirados, lista que encabeza Alberto Contador. El de Pinto abandonó el profesionalismo junto a su inseparable Jesús Hernández. Haimar Zubeldia y Ángel Vicioso, por encima de los 40 años, también dijeron adiós. Alberto Losada, que pasará al MTB, y Samuel Sánchez, sancionado por dopaje, completan las ausencias españolas en el World Tour.
Por contraposición, tan solo habrá dos incorporaciones: Jaime Rosón y Jaime Castrillo, que harán bajar la media de edad a 29 años. Ambos desembarcan en el Movistar de Unzué, único equipo español en la máxima categoría y que, a su vez, cuenta con el mayor número de españoles (14).
Mirando al futuro inmediato y con la incógnita de la recuperación de Valverde (37 años), los focos apuntan en una misma dirección: Mikel Landa (27). Tercero en el Giro 2015 y cuarto en el Tour del pasado año, pasa por ser el pulmón más claro que pueda insuflar aire a la delicada situación que vive el ciclismo español.