Pau Gasol
el quinto metatarsiano, sabía que los dos tiros libres serían mi última contribución. Quería dar esos dos puntos a mi equipo con dolor. La final de Grecia fue épica, una demostración de equipo maravillosa. Espero que la recordemos muchos años. —¿Podría decirse que una de las cosas a las que más mérito da es a la continuidad de su carrera? Hace 17 años, la NBA era la luna. Y ahí sigue... —Es uno de los valores que más me enorgullece. Constancia, eficacia y eficiencia…Valores que he intentado preservar y tengo presentes. —Fue y sigue siendo el único europeo en ganar el trofeo de novato del año. ¿Cómo lo hizo? —El apoyo de mi familia fue clave. Me ayudó a la adaptación: país, lengua, cultura, equipo, costumbres… Así fue más fácil. Y la actitud: confianza y capacidad para ganarme el respeto de los compañeros y el cuerpo técnico. Y trabajo duro. —¿Dónde estuvieron más cerca de ganar a Estados Unidos, Pekín 2008 o Londres 2012? —El equipo más vencible de todos era el de 2004, con el que perdimos en cuartos en Atenas. Fue la oportunidad más clara. En China y en Londres estuvimos cerca. Hasta en Río tuvimos momentos en los que el partido estuvo ajustado. —En Londres, los estadounidenses pasaron uno por uno por el banquillo a abrazarle. ¿Qué representó para usted? —Estaba dolido y tocado. Pero es un gesto que siempre he agradecido y agradeceré. Eso sí, me hubiera gustado ser quien diera ánimos con el oro colgado al cuello...
—En Río no cerró la posibilidad a jugar de nuevo contra Estados Unidos en un gran torneo. ¿Piensa en ello?