Los errores puntuales le cuestan caros al Girona
Han encajado 10 goles en los arranques y tramos finales
Se lamentó Pablo Machín tras el partido ante el Betis que, en la única acción en la que no estuvieron concentrados, los locales lograron marcar el tanto del empate: “Seamos sinceros”, dijo, “le hemos regalado dos puntos al Betis. Lanzamos por la borda la victoria en el último suspiro después de un partidazo”. Un “error” del que tratarán de aprender, pero que ya se ha cometido antes: cinco de los 19 tantos encajados por el equipo se han producido en los 15 últimos minutos de partido, más del 26 por ciento.
El error ante el Betis, de hecho, lo cometió el equipo en la primera jornada de Liga, donde desaprovechó un 2-0 a favor ante el Atlético de Madrid. Los dos tantos de Stuani fueron neutralizados por Correa en el 78’ y por Giménez en el 85’. Dos puntos que volaron de Montilivi al igual que el sábado volaron del Benito Villamarín. En ambos partidos, además, el equipo no solo recibió un gol que le privó de la victoria, sino que sus rivales, en el tramo final, marcaron por partida doble. Quien no lo hizo fue el Levante, que tan solo logró anotar un tanto en el 92’ que no evitó que los gerundenses se llevasen, esa vez sí, los tres puntos del Ciutat de Valencia.
Inicios. Esta desconexión momentánea (también causada por una falta de experiencia en la Liga) no se da solo al final de los partidos, sino que también afecta a los arranques. Los números son prácticamente idénticos (5 goles en los primeros 15 minutos) por lo que el equipo, a fin de cuentas, ha encajado más de la mitad de los goles en el arranque y en el tramo final de los partidos. Dos momentos especialmente sensibles de los partidos pues en unos condicionan los siguientes 75 minutos y en el otro es cuando finalmente se deciden.
Sin embargo estos números no pueden esconder la realidad de que, para un equipo que se estrena en Primera División, la mentalidad, concentración y resultados del equipo están siendo más que buenos. Son ya seis partidos sin perder y empatar fuera ante un rival como el Betis es un resultado que todos daban por bueno antes de empezar el partido.