De un gran error a un pequeño paso
...El técnico quiso esquivar el apocalipsis que hubiese supuesto otra eliminación. La afición tiene un clavo al que agarrarse. Siempre es bueno recordar que la Copa de 2006 empezó como un parto.
Buenas noticias. El Espanyol pasó el examen de la Copa sufriendo ante un competitivo Tenerife, escoltado por el árbitro en el determinante 1-1, capitaneado por David López y Gerard Moreno y con las buenas noticias de Esteban Granero y, en especial, Óscar Melendo. Fue un Espanyol in crescendo. Que se gustó cuando se juntó con un mediocampo con Darder, Granero, Jurado y Melendo, y unas bandas con Navarro y Dídac. Menos músculo, más asociación, lo que ayudó a ver pases y progresión, menos centros lejanos, más recursos. Aunque el billete era lo importante, el partido dejó matices interesantes para el futuro.
Pecado de Iglesias. La remontada del Espanyol nació de un clamoroso error de Iglesias Villanueva y de uno de sus asistentes, quienes en apenas cinco días han protagonizado dos acciones arbitrales que han estado en boca de todos. Los colegiados cometen históricos errores a lo largo de su carrera, pero el gallego ha tenido la mala suerte de acumularlos en una semana. La tecnología está al servicio del ser humano, en ocasiones nosotros mismos estamos a su servicio ya, y el fútbol debería darle cabida.
Algo tan simple como fuera o dentro, ese ojo de halcón que se aplica en el tenis. ¿El resto? Debates de barra de bar.
El sospechoso. El tamaño apenas importa en el fútbol. Y si no, que se lo pregunten a los tinerfeños que se las tuvieron que ver anoche con Melendo. El canterano es de aquellos jugadores que es agradable de ver y que provoca cosas: sacó faltas, tarjetas, conectó entre líneas y con los puntas. Pero los pequeños siempre son sospechosos, en un fútbol que sigue priorizando en determinadas posiciones el “físico”. Tanto Granero como Jurado dejaron chispazos (y un buen gol), pero Melendo, tal y como está el Espanyol, quizás merece una oportunidad en LaLiga. Creo que lo agradeceríamos todos.
El goleador. Otra noticia agradable en la noche fría de Cornellà-El Prat fue el primer gol de Sergio García, made in Falete. El estreno del delantero le ayuda a adquirir confianza, clave para acompañar a Gerard en este tramo decisivo que llega ahora, con rivales propicios para que el Espanyol regrese al top-ten y se calmen las aguas. Sería bueno que este partido le haya servido a Quique para dudar en la elección de jugadores, después de una alineación inmóvil, que, desde hace meses, apenas sufre sacudidas.
El apocalipsis. La victoria y la clasificación son un bálsamo después de que en la víspera el técnico quisiera esquivar el apocalipsis que hubiese supuesto otra eliminación copera en las primeras de cambio en un proyecto que está estancado. La afición, al menos, tiene ahora un clavo al que agarrarse. Siempre es bueno recordar que la Copa de 2006 empezó como un parto.