Osasuna trata de invertir la tendencia bajo la nieve
El Nàstic disfruta mucho más fuera de casa, donde rinde
EI Sadar, en el que se espera que incluso pueda nevar a la hora del partido, recibe a un Nàstic con la obligación de catapultarse y evaporar un bache de juego y resultados que le han sacado de cuajo de la zona noble tras su notable arranque liguero.
El equipo rojillo ha cosechado solo una victoria en las siete últimas jornadas, mientras que el rival necesita también incrementar su bagaje a domicilio en una posición, la decimoquinta, incómoda.
Osasuna no ha logrado la victoria en casa en los tres últimos partidos después de doce jornadas consecutivas sin perder. Dos derrotas seguidas y han cercenado ahora la trayectoria de un bloque al que solo le vale ascender. Diego Martínez no podrá disponer de uno de sus pilares en defensa Oier, lesionado en el último partido ante el Lugo y sancionado además por acumulación de tarjetas amarillas. Será suplido por Unai García.
Muchas bajas. El Nàstic llega con la necesidad imperiosa de puntuar porque en casa está destrozando lo que cosecha a domicilio. El equipo grana es otro y lo basa todo en su orden defensivo. Rodri tiene claro que no saldrán a esperar a Osasuna, pero harán un juego posicional. Eso sí, el técnico tiene hasta nueve bajas por lesión y las más sensibles son las de Sergio Tejera, Barreiro y Uche.
Le trastocan los planes porque son tres jugadores fijos en su esquema y se presenta en Pamplona sin su pareja atacante titular. Zahibo formará en el centro del campo junto a Gaztañaga para dotar de músculo al equipo y Stephane acompañará en ataque a un Maikel Mesa, que hará funciones de segundo punta en su regreso a su antigua casa.