Una rivalidad que surgió en 1933
■ Cuando se fundó el Girona, en 1930, llevaba el Espanyol tres décadas en marcha e incluso llevaba un año participando en la Liga. Sin embargo, tardaron poco en cruzarse los caminos de ambos clubes en una competición. Sucedió en el Campeonato de Catalunya de 1933.
El 1 de octubre, en formato de liguilla, el Girona visitó Sarrià. Y vio cómo el Espanyol le superaba por dos goles a cero, no sin sufrimiento pese a la diferencia que se les suponía. El árbitro, Casterdenas, incluso le anuló un gol a Clara, autor por cierto del primer tanto de la historia rojiblanca, en un amistoso ante la Colonia Artigas. Y no fue hasta la segunda mitad cuando marcaron Bestit, tras un rebote en el área, e Iriondo, a centro del legendario Tin Bosch.
Formaron, por el Espanyol,
Florenza, Arater, Pérez, Martí, Solé, Cristiá, Prat, Bestit,
Iriondo, Márquez y Bosch. En
el Girona, jugaron Gauchia, Bussot, Torredeflot, Flavià, Abad, Trias, Ferrer, Xifreu,
Clara, Balmanya y Pagés.
Hubo partido de vuelta en Girona, justo un mes más tarde (1-1), como también se jugó un Espanyol-Girona en la Copa
de la España Libre que se disputó durante la Guerra Civil, éste concretamente en 1937, y en la Copa del Generalísimo
1950. Y el Trofeu Costa Brava, en diversas ocasiones. Pero nada como lo de esta noche.