Perarnau o el Chen de lo deportivo
Las Juntas de Accionistas siempre dan lugar al esperpento. Ya no se pueden ni contar con los dedos de ambas manos los capítulos cachondos que da el Espanyol en este tipo de encuentros, como ayer fue el ingenio del accionista Edu Calero de llevar una intérprete china para que se dirigiera directamente a Chen, sin mediadores. Los 92 asistentes se quedaron perplejos. Aunque el presidente no perdió su rictus serio, acostumbrado quizás a este tipo de situaciones. Mostró su preocupación el presidente, pero sacó pecho con razón de una gestión económica que salvó al Espanyol. Y, por lo expuesto, no cometerá los errores del pasado, ese sobreendeudamiento impulsivo, el peor ailado del fútbol.
Pero no fue Chen ni Ramon Robert, ni siquiera Alfred Rousaud (mano derecha del presidente como se pudo ver ayer), el más transparente y rotundo. Fue Perarnau, a la sombra desde que fichara en junio, el que alzó la voz en contra del conformismo y de la profesionalidad también en la faceta deportiva. Y eso es lo que debe encontrar el Espanyol, un Chen de la dirección deportiva, una persona que aplique el mismo rigor que se ha utilizado para liquidar la deuda con Hacienda o para reducir la deuda que para fichar jugadores prometedores y para dotarle al primer equipo de todos los recursos. Perarnau debe dar ya ese paso.