Un universo y realidades paralelas
La llegada de Chen representaba toda una esperanza a fin de ver si, de una vez por todas, se empezaban a tomar decisiones para paliar este rumbo a la deriva que lleva la entidad. Nada más lejos de la realidad. La parroquia perica asistía a la Junta con la expectativa de asistir a un ejercicio de autocrítica constructiva que ayude a mejorar la dura realidad en que vive inmersa el Espanyol. Nada más lejos de la realidad, el discurso de Chen está alejadísimo del pensamiento perico sobre el día a día de la entidad. Una visión, la del Grupo Rastar y los directivos, más próxima a la casi insultante felicidad que desprende una película de Disney que a la tozuda realidad de un entidad estancada en la mediocridad y que se desangra en forma de pérdida de socios, sin que se le aplique ni tan siquiera un torniquete de urgencia.
Es por ello que en el universo perico convergen dos realidades paralelas que no acaban de encontrarse. Un universo perico que vive en una especie de burbuja, abstraído de la cruda realidad y con objetivos rutilantes que van dando tumbos cada dos por tres, pasando del ansiado anhelo de la Champions a quedar entre los 15 primeros, según palabras de Quique. Dos realidades paralelas que nos llevan a un Matrix difícil de asimilar en la mente de un perico hastiado por haberse dado de bruces con la realidad demasiado a menudo y que ya quiere dejar a un lado las promesas y los sueños de grandeza que le han vendido. Si las realidades no convergen de una vez, la colisión de asteroides promete ser apoteósica y traer consecuencias mucho más profundas que las heridas que ya escuecen en el socio.