Valdebebas sí tiene memoria
El madridismo tiene memoria. Por eso, el regreso a los entrenamientos en Valdebebas fue festivo, multitudinario y alegre. Gradas abarrotadas en el Alfredo Di Stéfano para ver a los héroes del Quintete.
La derrota del Clásico ya está archivada y la afición sólo piensa con ilusión en un 2018 que recupere las sonrisas acumuladas en Cardiff (Champions), Málaga (Liga), Skopje (Supercopa de Europa), Camp Nou y Bernabéu (Supercopa de España) y Abu Dhabi (Mundial de Clubes). Por eso brillaron los cinco trofeos que presidieron el penúltimo entrenamiento de este inolvidable 2017, que pasará a la historia por ser el año en el que acumuló más tesoros para su sala de trofeos.
Me gustó la intensidad, el entusiasmo y la gratitud mostrada por Cristiano con la afición y viceversa. El portugués y el madridismo se necesitan, y ese matrimonio no debería de tener fecha de caducidad. La gente lo sabe y por eso se dieron esos guiños hacia el quíntuple Balón de Oro, que espera que 2018 le regale una nueva Champions y una mejora contractual que le acerque a Messi y Neymar, que se han disparado en la escala salarial.
El año que arranca también debe suponer el de la reconciliación de Zidane con esa magnífica dirección de Recursos Humanos que supo desarrollar el curso pasado y que ahora le está costando repetir. Ojalá los jóvenes llegados este verano tengan más minutos y veamos un Madrid más solidario. Con un equipo unido, todos los objetivos aún se pueden alcanzar.