1940. 0-4 EN CAMPO GRANOTA EN UNA COPA QUE GANARON

■ Seguramente sea éste el precedente histórico que con mayor fuerza pueda empujar al Espanyol a creer en la remontada. Data del 19 de mayo de 1940, en el Estadio de Vallejo, el feudo del Levante mucho antes del Ciutat de València.

Era la primera ronda de la Copa, los dieciseisavos de final, y el conjunto perico, dirigido por el mítico Patricio Caicedo, ya se había impuesto en la ida, disputada en Sarrià, por un más que contundente 6-2. Así que la eliminatoria verdaderamente estaba resuelta. Pero cuentan las crónicas de la época que al Levante se le suponía el orgullo suficiente como para tratar al menos de cosechar una victoria en su campo, o de aguantar un resultado prudente para maquillar la ronda.

Y así fue hasta cierto punto, porque al descanso de aquel partido se llegó con el 0-0 inicial. Y los granotas, realmente, habían contado con la ocasión más clara, un disparo de Botella que se marchó fuera. Pero todo cambió en la reanudación, cuando a la fatiga levantinista se le unió la avalancha al ataque de un Espanyol lanzado.

El primero lo anotó Ara, de cabeza, al rematar un córner lanzado por Mas. Gonzalvo, el mejor del partido junto a Campos, estableció el segundo. A 20 minutos para el final fue en esta ocasión Martínez Català el que amplió distancias aprovechando el rechace de la defensa local a un chut de Gabriel Jorge. Y, en el 86’, de nuevo Martínez, ahora con un potente disparo, puso en el marcador el rotundo 0-4 final.

Un resultado con el que hoy soñarían todos los pericos, y que sirvió para avanzar ronda en una competición que acabó conquistando el Espanyol, después de ir apeando a Celta, Barcelona y Valencia, y de derrotar al Real Madrid en la final por tres goles a dos.