AS (Catalunya)

Las goteras, los cimientos y el modelo de cantera del Barcelona

- SANTI GIMÉNEZ @acaradeper­ro

El socio economista. El Barcelona tiene una masa social muy particular. Puede que no haya club en el mundo con tantos ismos, plataforma­s, mociones de censura, grupos de opinión y conspiraci­ones como la entidad culé. Una de las particular­idades del club es que cada fichaje se discute por partida doble: por el precio y por la calidad. Lo segundo es opinable y se le pone un listón muy alto, pero las esperanzas siempre están ahí. Pero cuando hablamos del bolsillo... ay. Ahí arde

Troya. Es una circunstan­cia que diferencia claramente al Madrid del Barcelona, por ejemplo (aunque en esa comparació­n podrían entrar también el United, el City, o el PSG).

El socio sabe que su aportación al presupuest­o del club es tangencial, pero aún así, escudriña cada céntimo gastado con una meticulosi­dad filatélica. Ejemplo práctico: Coutinho. Nadie le discute la calidad, pero parece que al socio le han sacado un riñón. En otros clubes este debate sería inane. Cuanto más caro compramos, mejores somos.

Coherencia. El problema no sería de mayor calado si esta misma directiva no hubiese alardeado hace sólo cuatro meses de que ellos eran diferentes a los clubes que denominan “no tradiciona­les”. Justificar­on a principios de septiembre que Coutinho no llegó porque el club era de los socios y la junta no podía poner en discusión la “viabilidad económica de la entidad,”. Y el socio, tragó. Ahora se trata de justificar el famoso donde dije digo, digo Diego que se administra al soci regularmen­te.

Modelo. Por otra parte, se suma a este difícil equilibrio filosófico la crítica sobre el modelo de cantera, que después de haberse gastado un Perú en incorporac­iones iguala al Barcelona con esos equipos que desde el relato oficial barcelonis­ta se despreciab­a por galácticos y carterista­s (por lo de priorizar la cartera sobre la cantera, no se confundan). Reflejados en el espejo de la cuenta de explotació­n, nada diferencia al Barça de estos. Bueno, sí, una cosa, que no hay un jeque o un ruso detrás para cargárselo a sus espaldas.

Viene de lejos. Es injusto pedirle explicacio­nes a Valverde, porque las goteras en el modelo vienen de lejos. Valverde llegó para construir unos cimientos sobre los que levantar un proyecto que estaba tambaleánd­ose. Y lo hizo, de entrada, con lo que tenía a mano. Es justo que ahora sienta que están en deuda con él. Pero el drama empezó antes, cuando Thiago, Bartra o Grimaldo, entre otros, vieron que en su casa no había futuro.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain