El mensaje ha quedado claro
Tras golear en el encuentro ante Las Palmas muchos nos preguntábamos por qué puntales como Juanpe, Mojica, Maffeo o Aday no habían forzado la quinta tarjeta amarilla para hacer coincidir el partido de sanción con la visita al Metropolitano y, de esta manera, estar limpios de cara al partido de Málaga y los siguientes. Machín nos respondió que hacer eso o condicionar la alineación ante el Atlético para proteger a los apercibidos era enviar un mensaje nocivo; que hay partidos más importantes que otros. Dicho de otra manera, que sería empezar el encuentro ya perdiendo. Seguramente recordaba el choque contra el
Barcelona de Montilivi, en el que reservó a Granell, Stuani y
Borja García porque después había que ir a Vigo y el Girona no solo perdió sino que no fue el Girona.
Empatar en el estadio de un conjunto al que, hasta ahora, solo Villarreal y Barça habían igualado un partido en el que se hubiera puesto por delante, hacerlo sin tu hombre gol, Stuani, y teniendo que cambiar al portero en el descanso (Bono por Gorka
Iraizoz) dan la razón a Machín y confirman que si este equipo se mantiene fiel a sus señas de identidad, atrevimiento y tenacidad, todo es posible esta temporada que está siendo ilusionante y que si especula se convierte en vulgar. Y eso vale tanto para el Metropolitano como para la Rosaleda. No todo salió perfecto. Juanpe y Aday vieron la quinta amarilla de esta campaña, pero imagino que cuando le preguntemos a Machín por ello nos dirá que, en Málaga, saldrán con 11 jugadores “al verde” para sumar los tres puntos. Mensaje entendido.