Los Eagles destronan a los Patriots de Brady
Los de Filadelfia se impusieron 41-33 en una Super Bowl loca
Desde el año 2001, que Tom Brady tuviera el balón en sus manos a falta de dos minutos para ganar un partido era garantía de éxito para los New England Patriots. El quarterback más laureado de la historia de la NFL era prácticamente infalible en esos momentos de tensión en el que casi todos los demás se derriten por los nervios. Pero en la Super Bowl LII en el US Bank Stadium de Mineápolis sucedió lo imposible. Después de hacer un partido perfecto de 505 yardas y tres touchdowns sin intercepciones, Brady perdió el balón en el segundo decisivo y los Eagles ganaron el trofeo Vince Lombardi con merecimiento por primera vez en su historia y superando nada menos que al mejor equipo del siglo XXI.
El partido había sido una locura. Un desmadre en el que las defensas desaparecieron casi desde el principio, abrumadas por las bombas que lanzaban Foles y Brady con una puntería letal. Se esperaba una partida de ajedrez con muy pocos puntos y llena de alternativas tácticas, pero vivimos un duelo de pistoleros espectacular y sin control. Las bombas viajaban de lado a lado para que ambos ataques sumaran al final la friolera de 1.151 yardas, la cifra más alta de toda la historia de la NFL incluida temporada regular y playoffs.
En medio del caos, los Eagles siempre estuvieron más cómodos, sobre todo porque llevaron a sus rivales a remolque gracias a dos touchdowns iniciales que dejaron el marcador 3-15 a su favor. Desde entonces, el equipo de New England tuvo que trabajar a destajo para lograr una remontada complicadísima porque cada vez que anotaban un touchdown, los Eagles replicaban con otro de inmediato. Pese a todo, los Patriots consiguieron adelantarse 33-32 a falta de diez minutos, pero fue solo un espejismo. En un final extraordinario y muy valiente, los Eagles hicieron justicia, anotaron un nuevo touchdown acrobático y frenaron a Tom Brady donde había forjado su leyenda, esos minutos finales en los que hasta ayer había sido infalible.
Tras la victoria, y como suele pasar cada año, los Eagles parecen llamados a ser los herederos de los Patriots como grandes dominadores de la NFL en los próximos años. Han ganado la Super Bowl con su quarterback suplente, Nick Foles, que tuvo que sustituir a Carson Wentz, su gran estrella. Son un equipo joven y muy bien construido, con un grupo de entrenadores que este año han revolucionado la NFL con ideas innovadoras. Los Patriots, por su parte, pueden haber comenzado el ocaso de su dinastía. Belichick, su entrenador, y Tom Brady seguirán, pero se marchan McDaniels y Patricia, coordinadores ofensivo y defensivo, y Rob Gronkowski, su otra gran estrella ofensiva, anunció al final que la Super Bowl LII podría haber sido su último partido.
Tom Brady Falló donde nunca lo hacía, en el momento decisivo
Eagles decidieron en diez minutos finales muy valientes