“El amor por la Real es algo intergeneracional” Xabi Rodríguez ha publicado, junto a Beñat Sanz, el libro ‘Maite Maitea’, un repaso a la historia de la Real a través de sus protagonistas. Desde gente anónima a sus estrellas. Xabi Rodríguez

Ha publicado, junto a Beñat Sanz, el libro Maite Maitea, un repaso a la historia de la Real Sociedad a través de sus ídolos y de su gente. —Sí, la idea viene del primer libro, que sacamos hace cuatro años. Habla de la Real desde el punto de vista de sus personajes, no sólo en el ámbito deportivo sino también en el de los aficionados. En el primero se nos quedó mucha gente fuera. Aquí está el segundo. —¿Qué perfil de personajes han escogido?

—Quisimos hacer una diferenciación entre dos tipos: los ligados a la Real como aficionados y los que han sido parte del club en cualquiera de sus facetas. Entre los primeros hay gente conocida a primer golpe de vista como Arzak, Abraham Olano o Fernando Aramburu, aunque también otros más desconocidos que han aportado grandes cosas. En cuanto a la gente del club, los testimonios comienzan por razones obvias desde los años 50. Contamos con Ángel Paz como representante de aquella época. Después hay capítulos de Araquistain y Urreisti en los 70, posteriormente de Zamora y Satrustegui en los 80, Oceano y López Rekarte en los 90… Y no nos olvidamos de las chicas, que en la última década también han tenido un protagonismo importante. —¿Qué tal ha calado?

—Muy bien. Creemos que hay muchas Reales dentro de la

Real y conviene contarlo. Bastante gente no sabe que durante mucho tiempo la Real peleaba por no descender y apenas tenía dinero para subsistir. —Y habrá otra que recuerde la Real campeona de los 80. —Claro. Hay quien tiene un especial recuerdo de la Real por aquello. Fue un hito. Que la Real gane la Liga es algo tremendamente excepcional, no sólo ahora sino también entonces. Es muy bonito comprobar en el libro que la Real se transmite con amor de forma inter generacional. Por ejemplo, los que fueron campeones en los 80 hablan maravillas de los que lograron el ascenso en Puertollano años atrás. —¿Puede desvelar alguna curiosidad del libro? —Hay muchas. Me gustan por ejemplo las que cuentan los dueños de la Pensión Alemana, que es una conocida pensión en la que se alojaban los jugadores del filial. O cuando se descubre que Satrustegui estuvo a punto de irse al Barça. —A veces no se ensalza lo suficiente la cantidad de talentos que han dado la Real y Zubieta. —Así es. Los gipuzcoanos somos gente discreta, pero tenemos una historia en el fútbol con mucho peso detrás. —¿Habrá una tercera edición?

—Veremos. Por contenido se puede hacer. Pero por ahora disfrutemos del segundo.