Su zurda da sentido a la pizarra
Hacía mucho tiempo que no hablaba de Álex Granell y voy a poner fin a esa injusticia. Decía la semana pasada el ‘6’ del Girona que era un lujo para un pasador tener rematadores como Stuani o Juanpe. No lo niego. Pero tanto el urugayo como el canario seguramente le responderían que no es lo mismo dar dirección a un melón que cae con nieve que ir a matizar la trayectoria de una bola con la dirección, la potencia y la comba justas. Así es como las pone el capitán del Girona. El domingo lo pudo apreciar un campo entendido como el Santiago Bernabéu. Dos de los tres balones que acabaron en las redes de Keylor Navas llevaban su firma. Algunos le dan seis asistencias de gol, otros siete. Donde todos nos ponemos de acuerdo es en que la pizarra del Girona funciona tan bien porque en el origen está Granell.
Granell es uno de esos jugadores a los que el salto de categoría, lejos de limitarles el rendimiento, se lo magnifica. La versión que conocemos hoy es mejor que la que aterrizó en Girona hace cuatro años. Y nada tiene que ver con el integrante del Prat que descendió de Segunda División B a Tercera hace tan solo cinco temporadas. Evidentemente que en ese lapso de tiempo hay trabajo de mejora por parte del interesado, pero la materia prima ya era de Primera hace mucho tiempo. Y, lo que es mejor, para él y para que el club que disfruta, es que sigue progresando.