AS (Catalunya)

Futre “Si Griezmann se va al Barça, será uno más; si se queda en el Atleti se le recordaría para siempre”

- JORGE GARCÍA

El Sporting es mi padre y el Atlético como mi madre”

“Iré al nuevo estadio por primera vez el jueves. Es especial”

PRIMERA PARTE I La leyenda portuguesa recibió a AS en su casa para rememorar su carrera, sus estará en el Wanda Metropolit­ano por primera vez para recibir el cariño de las dos hinchadas: ➥

Van a ser dos semanas especiales para usted. —Mucho. Es una eliminator­ia muy especial. Esperaba que se diera en la final, para solamente tener que sufrir 90 minutos. Estamos hablando de que se enfrentan mi padre, el Sporting, y mi madre, el Atlético. Me crié futbolísti­camente en el Sporting y, después, pasé 10 años en el Atlético como jugador, director deportivo, embajador… No se puede tener el corazón más dividido.

—¿Cómo se convirtió Paulo en Futre?

—Hice toda mi carrera formativa en el Sporting de Portugal, llegué con 11 años y estuve hasta los 18. Con 17 años hice mi debut en el primer equipo del Sporting y ese mismo año jugué mi primer partido con la selección absoluta. Así que imagine mi cariño por el Sporting. —¿Qué tiene de especial la academia del Sporting?

—A Aurelio Pereira. Debería haber estatuas de él por todo el país para darle las gracias. Ha sido el director de cantera más importante del mundo. A nivel de extremos, no hay comparació­n. Empezó conmigo, pero después vinieron Figo, Simao, Quaresma, Nani y el… bicho. Cristiano. Y ojo, ahora viene Gelson

—Del Sporting pasó al Oporto, para ganar la Copa de Europa. No sería fácil salir... —(Resopla). Fue muy duro para mí. Es como salir del Atlético hacia el Barcelona con 18 años. Era el niño mimado de la afición del Sporting, así que fue una decisión muy difícil en mi vida, pero quizá la mejor porque tres años después gané la Copa de Europa con el Oporto. Fue tremendo. Me pasé seis meses sin poder ir a Lisboa porque el ambiente contra mí era muy fuerte. Eso me llevó a ganar una Copa de Europa que nadie podía esperar. El Bayern era el favorito, pero hicimos un segundo tiempo de otro planeta. Fue una victoria histórica.

—Al final pasó por los tres grandes de Portugal. También jugó en el Benfica y su fichaje trajo también polémica.

—Soy un privilegia­do. El sueño de jugar en los tres grandes de mi país es indescript­ible. Después, sí, hubo polémica. El Primer Ministro destituyó a la dirección de la televisión pública portuguesa porque fue el ente público el que adelantó el dinero de los derechos televisivo­s al Benfica para costear el traspaso. Recuerdo estar viendo la tele en Lisboa con una sensación rara. El Ministro apareció en televisión para anunciar los ceses. Yo lo veía diciéndome: ‘La gente se va al paro por mi culpa”. No he visto algo así nunca más. —Pero mucho antes vino para convertirs­e en bandera del Atlético. —Sinceramen­te llegué aquí, pero no estaba preparado para ser capitán. ¡Con sólo 23 años! Me vi en la obligación de ser un líder, no sé si decirlo así, más bien a dar la cara por los compañeros. Hoy, aparte de jugar bien, lo que creo que le queda a la gente es comprobar que defendí bien al club. Además, jugué bien y se ganaron títulos. Me queda la espina de la Liga. Eso y hacer algo importante con mi selección. Luchamos de tú a tú con la Quinta del Buitre y, luego, el Dream Team del Barça. Creo que peor suerte no pudo tener aquel Atleti. Pudimos ganar un par de ligas.

—Ese Atlético de finales de los 80 y principios de los 90 aceleraba al contragolp­e con usted. ¿Disfrutarí­a en este Atleti? —Sin duda. Con espacios yo era mortal. Rápido, técnico… Pero para eso necesitas la seguridad que te transmiten tus compañeros. Así lo hace este Atlético. Es tácticamen­te perfecto. El delantero del Atlético sabe que una va a tener, lo que hay que hacer es concentrar­se al 100% para no perdonar. Yo veo a Griezmann y lo sé. Va a tener una. Él o Costa.

—Pero sabe que hubiera tenido que correr hacia atrás... —Ese hubiera sido el problema. (Risas). Cuando veo a Griezmann o a Costa, les digo a mis amigos: ‘Yo no hubiera podido jugar con el Cholo’. No me iba a poner… El delantero tiene que trabajar mucho. Me costaba correr hacia atrás… No era un jugador para presionar como hacen Griezmann, Costa, Torres, Gameiro y Correa.

—¿Se puede Griezmann aburrir? —Al principio de la temporada hubo polémica. Tuvo un inicio de año complicado, con esos rumores. Es normal, anímicamen­te pasa factura al jugador. La afición estaba un poco enfadada con él. Pero en los últimos meses hemos visto a un Griezmann feliz, impresiona­nte. Es un jugador increíble. Después el debate llega cuando no se gana. Por ejemplo, después del Qarabag. Si se debía jugar de una u otro manera, si él no estaba bien... Pero Griezmann ya conoce al Cholo. Yo siempre le he visto contento y alegre.

—Se vuelve a hablar de su futuro, con el Barcelona detrás. Sin hablar de dinero, ¿cómo se convence a Griezmann para que se quede?

—Ese debate lo tengo sobre mí con mis amigos. Me dicen: ‘Si hubieras ido al Barcelona, al Milán, a la Juve… segurament­e hubieras ganado el Balón de Oro’. Yo contesto: ‘Pero a lo mejor hubiera sido uno más, no se hubieran acordado de mí. En el Atlético, estoy arriba. A lo mejor no soy el número uno, pero estoy ahí, el dos o el tres... Las generacion­es van pasando y sigo estando ahí’. A Griezmann

le diría eso. Si viene el Barcelona, muy bien, es un profesiona­l, pero será uno más. Si se queda en el Atleti será recordado para siempre. Eternament­e. —Usted se quedó cerquita del Balón de Oro. Si no es por Gullit en el 87…

—Y por un periodista portugués. Estábamos Gullit, Butragueño y yo. Él votaba en último lugar y a mí no me podía votar. Si le daba los diez puntos a Butragueño, que ya no tenía opciones, yo ganaba. ¡Pero se los dio a Gullit! Hubo mucha polémica en Portugal. Yo creo que él no sabía que yo iba primero. —Primero fracasó Jackson y luego Gaitán. ¿Es una muestra del calado actual del Atlético? ¿Cómo esa presión puede devorar a estrellas?

—Lo de Jackson, lo puedes entender.

No estaba acostumbra­do a hacer lo que le pedían, pero Gaitán… Es un ganador, con carácter, de sangre caliente. Nunca podré entender por qué no ha triunfado. Si ahora pregunta en Portugal a cualquiera por la calle, le dirán lo mismo. Ningún aficionado lo entenderá. Lo que era Gaitán para la afición de Benfica, llegar aquí y fracasar… No se entiende. En el Calderón no era fácil jugar, pero Gaitán tenía carácter. Él no podía asustarse por esa presión. ¡Era el capitán del Benfica! —¿Y Carrasco?

—Tuvo cosas. Demostró. No le doy una nota negativa. Casi notable. Fue importante. Ha solucionad­o partidos. Entró en la final de Milán y dijo: ‘Aquí estoy’. —¿Schuster, Koke o Saúl? —(Resopla). Es muy difícil. Schuster era increíble y ¿Koke? Sin palabras. No, no. No puedo hacer esa comparació­n, ni con Saúl. ¡Y son niños todavía! Son tres grandes cracks. Muy por encima de la media. Saúl, además de lo que trabaja, está esa zurda como yo, esos golazos. No sabe hacer un gol normal. Hasta de cabeza son bonitos. El del Bayern fue una cosa del otro mundo. Ese día demostró carácter ante todos los cracks del Bayern. La figura fue él.

—Se fue Futre, pero Torres recogió el testigo. Parece que podemos vivir sus últimas semanas como rojiblanco... —Seguí su carrera con lupa. Recuerdo cuando llegó de ganar el Europeo Sub-16 en Inglaterra. Me enamoré en aquel torneo. Le llamé a mi despacho y le dije: ‘Niño, vas a empezar a entrenarte con el primer equipo’. Ya saben cómo es, tímido, así que le dije: ‘Y no sólo entrenar, vas a jugar’. Iba a hacer 17 años y le dije a Cantarero que yo había sido internacio­nal con esa edad. Fernando es muy especial para mí. Es un orgullo haber visto lo que ha hecho.

—Al Cholo siempre se le compara con Luis. ¿Tanto se parecen? —Son dos muy grandes. Lo que ha hecho el Cholo es increíble. Ha educado al equipo hasta convertirl­o en campeón de Liga ganando a dos tiburones, con una diferencia brutal de presupuest­o. Fue un milagro. Desde hace dos años el Atlético dice que ya no vende. O cláusula, o nada. Con el Cholo, al principio, tenía que vender para sobrevivir, pero con él siempre ha estado ahí. Soy muy de Torres y del Cholo, por eso no me ha gustado lo que he visto. Debían haber solucionad­o el tema dentro del vestuario. El Cholo siempre lo venía haciendo, pero debió tener un mal día. Soy de los dos y eso que sucedió hace unas semanas me dejó triste.

—El jueves visitará por primera vez el nuevo estadio. —Estaré también en Lisboa, pero será triste porque uno se quedará fuera. No había tenido la oportunida­d de ir al nuevo estadio, pero se merecía que fuera en una ocasión especial, con dos equipos de mi corazón .

Con el Cholo no hubiera jugado, yo no valía para presionar...”

“Me dejó triste lo del Cholo con Torres. Soy de los dos”

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