Mucho gallo en el corral

Ayer tuvimos una tarde de emociones. Y hoy aguardan más. Me hice con dos pantallas para poder seguir al mismo tiempo la etapa decisiva de la Vuelta al País Vasco en Arrate y el partido de dobles de la Copa Davis de Valencia. La jornada se alargó tanto que hubiera necesitado más monitores para añadir la Fórmula 1, el Mundial de motos o el Masters de Augusta. La vida no me dio para tanto. Este domingo se repetirá la historia, con la entrada de la París-Roubaix en lugar de la

Itzulia y el añadido del Derbi Real Madrid-Atlético. Menuda semanita llevamos. Queda un último arreón. Esperemos que no echen a nadie de casa. Entre tanto evento ilustre, al final me decanté por escribir del ciclismo, porque era la competición que acababa ayer. Aunque el partido de los López contra Alemania también daría para una novela. El País Vasco vivió el triunfo final de Roglic, un saltador de esquí que irrumpió como contrarrelojista y que ha progresado tanto que hay que apuntarle ya para carreras de más alto rango. Hubo también brillantes victorias de Omar Fraile, resolutivo en llegadas en grupo, y de Enric Mas, a quien Contador señaló como uno de sus sucesores. Pero sobre todo nos fijamos en la bicefalia

Mikel Landa-Nairo Quintana, que se repetirá en el Tour, con el agregado de Valverde. Las bazas estratégicas del Movistar son infinitas, pero emerge mucho gallo en el corral. Ayer se destacó el trabajo del colombiano en Arrate, aunque desde fuera nos pareció que podría haber dado más de sí. En etapas anteriores también tiró o atacó con el vasco por delante. No fueron lances graves, pero empujan a pensar en más capítulos. Otra novela.

“... LA BICEFALIA

MIKEL LANDA-NAIRO

QUINTANA, QUE SE

REPETIRÁ EN EL TOUR...”