Pequeñas cosas colchoneras

La primera gran noche europea del Metropolitano estuvo a la altura de las mejores veladas vividas en el mítico Vicente Calderón. Los 70.000 atléticos (nunca hubo tantos juntos en la historia) presentes comprobaron que la acústica del nuevo coliseo colchonero es tan buena como la del estadio del Manzanares. La nueva morada de los atléticos necesitaba empezar a llenarse de momentos y emociones, de aquellas pequeñas cosas que te encuentras años después en un cajón. Así aparecerá el gol de Diego Costa al Arsenal que daba el pase a una final al equipo de Diego Pablo Simeone, dirigido esta vez desde la banda con templanza por Germán Adrián Ramón Burgos. La sanción del Cholo no fue un hándicap para su equipo porque su simbiosis con el Mono es total. Griezmann demostró que es un superclase.

Había amenazado un momento antes con una media vuelta que acabó en un zurdazo que salió lamiendo el palo y en la siguiente jugada el crack francés puso un balón perfecto para que Costa aguantara la embestida de Bellerín y definiera de zurda. De la primera noche mágica europea del Metropolitano se recordará la intensidad y la espectacular manera de defender de Gabi, Giménez y

Godín, que Koke jugaba mejor por dentro, que Lucas era un titán para marcar una época, que Saúl era un box to box, que cuando saltaba Fernando

Torres la emoción y el sentimiento atlético se desbordaba como la noche primaveral en la que casi 70.000 gargantas colchoneras se rompieron animando a su equipo que se metía en una nueva final. ¡Hay que volver para campeonar en Lyon!