Rayo Majadahonda, de Cenicienta a Segunda
Un autogol de Zabaco en el 96' le dio el ascenso ante el Cartagena
Las historias de los equipos modestos acostumbran a tener ejemplos de superación, dramatismo, agonía y un final feliz que olvide todo lo sufrido anteriormente. El humilde Rayo Majadahonda, con apenas cinco temporadas en la categoría de bronce en su palmarés como gran mérito, es nuevo equipo del fútbol profesional. Sí, al Cerro del Espino acudirán el próximo curso el Málaga, el Deportivo, el Las Palmas... por no hablar de los históricos que deban seguir purgando en la segunda categoría nacional. Futbolistas internacionales que se medirán al escuadrón al que se ha aferrado Iriondo para hacer campeón al club majariego en el Grupo I y ahora ascenderlo.
Ascendió gracias a un autogol de Zabaco, en el 96', cuando el Cartagena acariciaba su regreso a Segunda. La suerte, o el destino (llámenlo como quieran) estaba del lado del pequeño. Porque el plan de Monteagudo estaba funcionando a la perfección, el virtuoso equipo de Iriondo no había disparado a puerta en casi 100 minutos que se llevaban de partido. Y un mal despeje de cabeza del central albinegro acabó en el fondo de la portería. Júbilo en el 60% de las gradas del Cerro del Espino, desolación en el resto. Porque el Cartagena, hundido, tendrá ahora que intentar levantarse lo antes posible para medirse en la segunda ronda del playoff al Celta B. Justo o no, es lo que le toca al equipo albinegro.
Pau Torres no tuvo apenas trabajo esta vez, todo lo contrario que en la ida. Rubén Cruz resolvió mal un mano a mano con Basilio en los primeros instantes y después un balón largo a De Frutos que Zabaco abortó antes de que el futuro jugador del Castilla chutara. Tras el descanso, el Cartagena decidió matar el partido. De todas las formas posibles, teniendo el balón, defendiendo con todo su equipo y perdiendo todo el tiempo del mundo. El árbitro, con un criterio casero a la hora de amonestar en las faltas, no incidió en el marcador, pero cargó a los de Monteagudo para la siguiente ronda.
Perdonó y lo pagó. Mientras el Rayo Majadahonda buscaba sin suerte su gol, el Cartagena puso sentenciar. Aketxe envió una falta lateral al poste y ya en el añadido Moussa no controló el balón cuando se quedaba solo ante Basilio. También Chavero, pero se lió en el área. Y al final, en la agonía, Zabaco, sin querer, metió al Rayo Majadahonda en Segunda.
Otra bala El Cartagena debe levantarse rápido, le espera el Celta B