Valladolid se echa a la calle para agasajar a sus héroes
El alcalde anunció una remodelación inmediata de Zorrilla
Miles de personas se lanzaron a las calles de Valladolid con la intención de agasajar a sus héroes blanquivioletas. Muy pocos en la ciudad podían esperar en Semana Santa que el Real Valladolid estuviera celebrando dos meses después un ascenso, vía promoción, pero lo cierto es que la llegada de Sergio González transformó el sueño en realidad. La noche después del partido fue larga y los jugadores comenzaron el día ofreciendo el ascenso en el Ayuntamiento, para más tarde acudir también a la Diputación. A continuación, y todavía en un acto privado, la plantilla y el resto de los componentes del club comieron en el hotel AC Santa Ana, desde donde pasadas las seis de la tarde comenzaron los actos de comunión con una afición volcada. En el embarcadero de dicho hotel, el equipo tomó el barco
para dirigirse hacia la playa de las Moreras, bajando el río vallisoletano. En cada uno de los siete puentes que atravesaron los componentes de la plantilla eran vitoreados por una multitud que coreaba consignas de agradecimiento. Dentro del barco, el presidente, Carlos Suárez, disfrutaba en la distancia de todo lo que acontecía, mientras que Moyano, Antoñito y Borja se hacían los dueños de la celebración y dirigían los cánticos.
Ya en la playa, miles de personas esperaban a la comitiva, que se encaminó a un autobús descapotable que les paseó por la ciudad ante el regocijo de miles de personas, hasta llegar al punto neurálgico de la celebración, la Acera de Recoletos, debido a que la Plaza Mayor está ocupada por una gran pista de pádel. Según fuentes del Ayuntamiento, más de 30.000 personas se dieron cita en esta céntrica vía para corear a los ascendidos y animar al Numancia, al tiempo que se volvió a insistir en la necesidad de una autovía entre Valladolid y Soria.
Uno de los más vitoreados fue Sergio González, que agradeció las muestras de cariño, el esfuerzo de los jugadores e invitó a la afición a permanecer al lado del equipo, como también hizo el alcalde, Óscar Puente, que además explicó: “Llevamos tiempo pensando en hacer una remodelación seria y profunda del estadio y lo vamos a realizar inmediatamente”.
Lloró Mata. A la hora de los discursos de los futbolistas destacaron varios momentos. Para empezar, el repetido grito de “Mata, quédate” emocionó al goleador, que no pudo hablar y terminó llorando y abrazado por todos sus compañeros. Jugará en el Getafe. Otro de los más aplaudidos fue el veterano Borja, que ya participara en el ascenso con Mendilibar en la temporada 2006-07. También los canteranos Calero, Anuar y Toni, que han tenido una participación fundamental esta temporada, fueron ovacionados en un final de fiesta con dulce sabor blanquivioleta.
Barco y autobús La comitiva se paseó por la ciudad y fue vitoreada por miles de hinchas
Más de 30.000 La Acera de Recoletos fue el punto neurálgico de la celebración