El Dragón Blanco ya escupe fuego
El Madrid descubrió a Raúl de Tomás a sólo seis kilómetros
de Valdebebas. En un San Roque-Alameda de Osuna de benjamines. Lo cercano suele perder en la pugna contra el fichaje exótico, pero el hispano-dominicano tendrá otra oportunidad. La que se negó él mismo en La Fábrica. Allí le llamaban
Dragón Blanco, pero tenía fama de vago. “Perdí un tren, le fallé a Zidane”, se lamenta. Más tímido de lo que aparenta, en Vallecas y con el boxeo ha perfilado lo que no le dejó
Paco Herrera en Pucela. Ahora escupe fuego.
Este año hizo 24 goles: con ambas piernas, de cabeza, de falta y de penalti. Le faltó uno desde el centro del campo... porque lo evitó el travesaño (fue en
Los Cármenes). Marcó tres hat-tricks, que no se veía en Segunda desde hace 20 años. Ha sido, permítanmelo, el Lebron James de esta durísima categoría. Dominante, bestial. Ahora le gustaría ser el 17 del Madrid, su dorsal favorito y que no ha lucido aún. Si logra que
Lucas se lo ceda. Y si el Madrid confirma su apuesta. En el último descenso del Castilla (2014) la delantera
fue Mariano (21 goles este
curso en Lyon), Willian José (20 en la Real Sociedad) y De Tomás... Los dos primeros golean lejos. Con RDT se puede subsanar ese error.