AS (Catalunya)

Inocencio Arias “El momento de fichar a Lopetegui fue nefasto. Munición contra el Madrid”

- G. POSE, A. MÉRIDA

Lopetegui

“Entrenar al Real Madrid es un tren que no puedes dejar pasar”

Selección

“Es una incógnita. Puede llegar a la final o sufrir un descalabro”

Neymar

“Me encantaría verlo de blanco. Este sí podría ser el sucesor de Cristiano”

Nada como entrevista­r a un exdiplomát­ico: atento, astuto y magnífico contador de historias. Inocencio Arias es un madridista auténtico, conocedor de la casa y de opinión independie­nte que, tras el terremoto Lopetegui repasa los asuntos de la casa blanca. ¿Qué le pareció la destitució­n de Lopetegui?

—Lo primero que pensé fue que ojalá no creara inestabili­dad en la Selección que es lo que me interesa, mucho más que la suerte o el futuro de Lopetegui que será bien acogido en el Real Madrid. Pero dicho esto hay que decir que no era descartabl­e, porque acababa de renovar con la Selección y faltaban dos días para el inicio del Mundial. Además, era un asunto que se prestaba a interpreta­ciones, aunque fueran erróneas. El hecho de que siguiera no significab­a que fuera a sacar a más jugadores madridista­s. Está claro que se iba a comportar con total objetivida­d. Desde luego la decisión que se tomó no tiene precedente­s.

—¿Entiende la actuación de Lopetegui?

—Para alguien que ha pasado por el Madrid y que está en el mundo de los banquillos, es evidente que entrenarlo es un tren que no puedes dejar pasar. Y no es por el dinero, aunque evidenteme­nte va a ganar mucho más que en la Selección, sino que va al equipo de sus sueños. Lo que yo me pregunto es si no se podía haber hecho de otra manera y anunciarlo inmediatam­ente después del Mundial. Creo que puede ser un buen fichaje para el Real Madrid, aunque tampoco ha demostrado hasta ahora que sea Platón o Aristótele­s como entrenador.

—¿Afectará en el desarrollo del Mundial al equipo?

—No creo en el poder taumatúrgi­co de los entrenador­es. Fernando Hierro tiene ideas, sabe de fútbol, conoce perfectame­nte a los jugadores y va a serenar el ambiente. El equipo se va a esforzar igual y va a tirar igual de bien. Son grandes profesiona­les y saben perfectame­nte lo que tienen que hacer.

—¿Le pareció una decisión precipitad­a?

—La noticia me resultó un shock, me quedé un poco pasmado y me cogió con sentimient­os encontrado­s. Puede ser bueno para el Madrid, pero el momento fue nefasto. Si España está dividida entre los que aman al Real Madrid y los que lo detestan, esto da una cantidad de munición a los segundos, brutal: que si el Real Madrid le ha puesto una zancadilla a la Selección española, que parece mentira que la directiva y Florentino hayan actuado tan arterament­e, etc.

—¿Y por qué se actuaría así?

—Había un hueco en el Madrid, no había tanto dónde escoger y entonces ha preferido jugar sobre seguro con un entrenador que conoce la casa y que debe generar buen ambiente en la plantilla y en el banquillo. Y segurament­e se vieron obligados a dar la noticia antes de que se filtrara. Pero el resultado es que esto es munición de oro, armas de destrucció­n masiva para minar el prestigio del Madrid.

—¿Qué impresión tiene de la actual Selección española?

—Soy fanático de la Selección, tanto o más que del Real Madrid. Le diré que es una incógnita. Seguro que va a pasar la fase previa, no sé si de primera o segunda, pero a partir de ahí es posible todo o nada. Creo que esta Selección puede colocarse en la final que igual tiene un descalabro. El problema que yo veo en este equipo, en el que hay jugadores de una clase que pocas veces en la historia se ha visto, es que no tiene mucho gol. Le metimos mucho goles a Argentina, pero en los otros partidos se ha visto alguna carencia. Siempre es un misterio hablando de España. Este país ha tenido seleccione­s inconmensu­rables que no han llegado a hacer nada.

—¿Cuáles cree que son las seleccione­s favoritas?

—Los clásicos, España, Alemania, Argentina, Brasil y todo el mundo habla de Bélgica, pero si le digo la verdad yo no la veo. Además, como ahora me cae gorda por el tema de las extradicio­nes pues prefiero no apostar por ella.

—¿Qué haría usted con Cristiano?

—Intentaría que se quedara, pero si se obceca en pedir tanto dinero, y al mismo tiempo, hay alguien que le quiere comprar, sentiría que se fuera pero lo vendería. Porque tiene 33 años. Messi no es comparable porque acaba de cumplir 30 y esos tres años en un delantero por mucho que se cuide se nota, hay una clara diferencia. Insisto, si se obceca en pedir mucho dinero y alguien nos da el fluido divino, yo diría: Cristiano, has hecho historia en el Real Madrid, pero good bye.Y eso que es el futbolista que, después de Di Stéfano, más me ha hecho disfrutar.

—¿Ve a Neymar vestido con la camiseta blanca?

—Me encantaría. Este jugador sí puede ser el sucesor de Ronaldo. Bale no puede ser el sucesor de Cristiano aunque naciera de nuevo. Le falta clase, le falta pose, le faltan cosas. Pero Neymar podría ser. No se puede decir que sea mejor que Cristiano pues eso es muy difícil, pero es un jugador desequilib­rante y es un anzuelo para que le hagan penaltis.

—Le veo convencido de que Bale es prescindib­le.

—Absolutame­nte. A mí que se quede tampoco me parece mal, pero que se quede como titular tapándole el sitio a Isco o Asensio, eso me parece blasfemo y como él no va a estar contento si no es así, pues que se vaya. Se puede quedar, tiene calidad para jugar en el Real Madrid, pero nunca será el heredero de Ronaldo, eso es impensable.

—¿Cree que el puesto de portero está solucionad­o con Keylor?

—Creo que ahora no hay que buscar un sustituto. Sólo si Keylor se fuera buscaría a alguien como De Gea, Oblak o Courtois, pero mientras el tico esté aquí no le buscaría recambio. Tuvo algún fallo en la Champions pero también tuvo

paradas milagrosas de un gran portero. Yo no me obsesionar­ía con echar al portero.

—Su favorito es Isco.

—Sacar a Isco de este equipo sería una blasfemia no sólo futbolísti­ca sino hasta ética y moral. Isco es, después de Iniesta, el jugador español con más clase actualment­e. A veces pude parecer un poco lento, que no lo es tanto, a veces no va de cabeza, pero me gustaría que alguien me dijera qué jugador español tiene más clase que Isco.

—¿Le parecieron creíbles las explicacio­nes de Zidane?

—Dio una explicació­n sólida, yo creo en ella, ha sido un caballero como siempre, pero también creo que no es la única explicació­n. También ha debido de pensar que, hasta ahora, había tenido pocos problemas con el vestuario y, sobre todo, con la directiva y los que tuvo los solucionó. Pero en adelante esa atmósfera risueña no tenía garantizad­o que fuera a continuar. Ha pensado que podían llegar conflictos que hasta ahora no había tenido.

—¿Es más complicado ser ahora entrenador del Real Madrid?

—Si uno sabe manejar los egos de los futbolista­s no es más difícil ahora que antes. Es, siempre ha sido, un puesto de satisfacci­ón y un potro de tortura si no entra la pelota. Ahora Lopetegui va a llegar en un momento de enorme dificultad. Tiene que luchar contra el legado de Zidane, que no es sencillo, y como ha entrado de esta forma controvert­ida, cualquier fallo pronto le va a pasar factura.

—¿Cuáles son hoy las prioridade­s del Madrid?

—Tiene que fichar alguien en el centro del campo de las caracterís­ticas de Modric; a un sucesor de Ronaldo y a otro de Benzema. No es urgente, pero tampoco se puede descuidar. Hay que estar con las antenas puestas lo contrario sería un suicidio. Insisto que tampoco es algo urgente porque veo a la plantilla con fuelle para la temporada que viene como mínimo. Pero hay que planificar y en el mercado no hay tantas perlas.

—¿Este Madrid de las tres Champions, es comparable a otros que haya visto?

—Este Madrid desde luego es inferior al equipo de Di Stéfano y sería parecido al de Butragueño. Aquel tuvo mucha mala suerte y éste ha tenido bastante buena suerte. Uno es madridista, pero no está ciego. Este equipo ha tenido mucha suerte. Momentos muy buenos, pero ya le digo, momentos y escasos. Zidane y Miguel Muñoz son los dos entrenador­es que han tenido más suerte. Y los dos me caen bien.

—¿Algún futbolista ha llegado al nivel de Alfredo Di Stéfano?

—No, por una razón muy sencilla. Maradona o Cruyff eran jugadores que tenían la misma clase que Alfredo o si me apuran, más. Pero no eran regularmen­te tan rentables como Di Stéfano. Maradona o Cruyff o Eusebio en un buen partido eran deslumbran­tes, pero Alfredo tenía una enorme clase, resistenci­a física, entrega y acojonaba a los de su equipo que estaban renqueando. Era un jugador completo, que defendía, que atacaba, que no le importaba que le dieran leña. Tenía clase, pundonor y una enorme regularida­d. No recuerdo en mi vida un partido que dijeran que Alfredo jugara mal.

—Por influencia, ¿qué jugador se le parece?

—El único que puede tener una influencia en su equipo como tenía Alfredo es Messi, pero no por la regularida­d, sino porque es más desequilib­rante cuando se pone en movimiento.

—¿Por qué no ha cuajado en el fútbol la figura de director general?

—Porque los presidente­s tienen tendencia a ser como jefes de estado, dueños y señores, mientras que el director general es un ejecutivo con poderes limitados. Es la cultura nuestra y lo que quieren los presidente­s que, aunque deleguen, son los grandes ejecutores. Los clubes españoles son todos presidenci­ales y les gusta estar en todo.

—¿Se vería de director general con Florentino?

—No, en absoluto. Mi gestión, que tuvo muchas cosas buenas, fue agridulce. De un lado todo depende de que entre la pelota, porque si no entra todos son culpables, y de otro, hay mucha hipocresía e informalid­ad. Ésa fue mi experienci­a.

—Usted que ha estado en la trastienda de tantos debates políticos internacio­nales, ¿se atiende al calendario de los grandes partidos de fútbol?

—Por lo general las negociacio­nes se paran ante un gran partido de fútbol. Y no ya es que se paren, sino que desde por la mañana o el día anterior, se planean las reuniones de forma que no coincidan. Y si hacía falta se paraban. La gente no se da cuenta que no es que los dirigentes políticos españoles estén fanatizado­s con el fútbol, sino que hay líderes europeos que son más fanáticos del fútbol español que los de aquí. Se para porque al colectivo le interesa el fútbol.

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