¡España es favorita en las apuestas!
Podemos ver la botella medio llena.
España es primera de un grupo en el que figuraba Portugal, campeona de la
Eurocopa. Dados los resultados previos y los previsibles, eso nos augura un recorrido por el cuadro hasta una hipotética final del que estarían ausentes las tenidas por mejores selecciones del mundo. Las que representan a países campeones alguna o varias veces en la historia. Empezamos por evitar a Uruguay, a cambio de enfrentarnos a Rusia, la local, lo que es mosqueante, pero ahí terminan los apuros. Por el otro lado del cuadro van Inglaterra,
Brasil, Francia y Portugal, en principio. Y Argentina, que se coló a última hora. Eso hace que España sea primera en las apuestas. La que menos se paga si sale campeona. Hasta ahí la botella medio llena. La botella medio vacía es la que vemos los que hemos visto los partidos de
España con atención y creciente aprensión, y no apostaríamos ni un sello de correos (ya no sé ni si existen) por que gane el título. Un equipo que ha ido a menos, con un portero transparente que mira pasar los balones, feliz hallazgo de David
Gistau, con la quietud de un ornitólogo que ve volar a los pájaros. Con dos centrales con ataque agudo de autosuficiencia, con un Iniesta a medio gas y un Silva que no se parece al que fue. Mi alarma ya ni siquiera es De Gea,
‘uno de los nuestros’. Supongo que en una semana Hierro hará acopio de fuerza moral para relevarle, sea por Reina, si es que éste ha ido con alguna intención de jugar, o por Kepa, del que podría hacer el
Ramallets de 2018. Mi alarma es que el tiqui-taca se esfuma. Iniesta (cuando dices que te vas es que ya te has ido) no está sino para destellos aislados que, eso sí, dan goles. Silva no está, Thiago tampoco. Entre
Isco y lo que queda de Iniesta no pueden construir el juego glorioso de manejo permanente y desconcierto del rival. No hay fuerza para presionar en la pérdida. Este equipo ha de ser reinventado.