La revolución del andamio fue un salto de calidad en Vigo
■ La imagen de Luis Enrique subido al andamio que él mismo ordenó construir para ver los entrenamientos quedará siempre en el recuerdo. No obstante, sus avanzados métodos van más allá de esa escena. Su paso por Vigo sirvió para modernizar técnicas que se empezaban a quedar obsoletas. El vestuario vivió una revolución que marcó la carrera profesional de los jugadores que estuvieron a sus órdenes. Aún hoy está patente su huella y fue él quien puso los cimientos del exitoso proyecto que luego continuó Eduardo Berizzo. Recuperó a jugadores como Nolito y a Orellana para la causa y enamoró a Balaídos. Había firmado por dos temporadas con el club gallego, pero no los acabó para cumplir su deseo de entrenar al Barcelona.