Hablará Luis Enrique
No hubo esfuerzo, hubo desgana. Esfuerzo el de los japoneses, los coreanos, los mexicanos, los belgas, los uruguayos… La Selección jugó como si no hubiera inventado el fútbol, y su final de juego avergüenza. Los alemanes volvieron a su país dando la cara. Los suecos recibieron en el campo de la derrota el abrazo de su entrenador, por el esfuerzo. La “gallarda España” de otras épocas regresó a su país por la puerta de atrás, se escondió de los aficionados y de la prensa, y siguió su camino en pos de las vacaciones, agradecimiento que les da la vida por su ausencia de pundonor. Lopetegui calla. Ya hablará. O, más bien, ya hablará Luis Enrique.