Esta vez no pecarán de soberbia

Poco después de escribir estas líneas, voy a ponerme un traje azul, una camisa blanca y un pañuelo rojo para asistir a la tradicional recepción que cada año da el embajador de Francia en España con ocasión de nuestra fiesta nacional. Estoy preparado para contestar a muchas preguntas de mis compatriotas, porque, sin duda, el tema número uno de conversación de este 14 de julio de 2018 va a ser la final del Mundial. Y lo que todo francés quiere saber de cara al partido contra la bella Croacia es: ¿cómo los Bleus van a evitar caer en la misma trampa que hace dos años en la final de la Eurocopa contra Portugal? Porque, tal y como ocurrió en 2016, Francia aparece de nuevo como la favorita contra un equipo que ya ha realizado la mayor hazaña de su historia.

Pues la respuesta es bastante sencilla. Esta vez no van a pecar de soberbia. Una parte importante del discurso de Didier Deschamps, el seleccionador, a sus jugadores y a la opinión pública ha estado enfocado sobre el hecho de que “no se había hecho nada aún”. Y, esta vez, la federación no se ha adelantado a los acontecimientos. Ya que, hace dos años, el autobús con el letrero “campeones de Europa” estaba circulando en la carretera la mañana de la final. Todo el mundo ha aprendido de los errores del pasado reciente y si, hoy, Francia no es capaz de ganarle a Croacia, no será por falta de respeto al rival.