Un amante del fútbol, la cerveza y los adoquines
En 2017 ya ganó otra etapa y vistió de amarillo
Después de ocho temporadas a la sombra de Bradley Wiggins y Chris Froome en el Sky, parece que a los 32 años le ha llegado el momento a Geraint Thomas. Natural de Cardiff y formado en la prolífica cantera de la pista británica, pasó a profesionales en 2006 con el Recycling.co.uk tras actuar como stagiaire en el Wiesenhof y en el Saunier Duval.
Con el equipo de persecución del Reino Unido se proclamó campeón del mundo en 2007, 2008 y 2012, así como oro olímpico en Pekín 2008 y Londres 2012. En la carretera le costó brillar. En sus tres campañas con el Barloworld (de 2007 a 2009, en las dos últimas coincidió con Froome) no logró estrenar su palmarés. Con su fichaje por el Sky alcanzó el Nacional de fondo en 2010.
Miembro de la Más Excelente Orden del Imperio y apodado simplemente G, se trata de un británico característico para unas cosas, como su gusto por el fútbol y la cerveza (“Mis amigos fuera del ciclismo rozan el alcoholismo y tienen barriga de beber, a mí me salvó el deporte”), pero atípico para otras: le encantan los adoquines y venció en la E3 Harelbeke de 2015.
En 2017 ganó en el Tour la crono inaugural de Dusseldorf y vistió de amarillo hasta la Planche des Belles Filles, cuando Froome recogió su testigo. En 2016 conquistó la París-Niza y en el reciente mes de junio, el Dauphiné, sus dos generales del World Tour. “Sabía que la forma del Dauphiné indicaba grandes cosas. Desde niño deseaba convertirme en un aspirante real al Tour de Francia”.
Thomas estudió en Cardiff en el Whitchurch High School, un instituto de ilustres alumnos: de allí también salieron Gareth Bale, delantero del Real Madrid,y Sam Warburton exjugador de rugby y capitán de Gales y de los British & Irish Lions. Gwyn Morris, el profesor de educación física de los tres, les recuerda con cariño: “Para nuestro centro supone un éxito que tres chicos desarrollaran todo su potencial y consiguieran sus sueños”. Para el del Tour le faltan diez etapas... y que el Sky apueste por él y no por Froome.