Vinicius se queda para crecer
Asentarte con dieciocho años en el Real Madrid es muy complicado, hay que tener mucho talento y, sobre todo, mucha personalidad. Pero el inflacionario mercado de fichajes de nuestros días no deja otra salida: o consigues llevar jóvenes a tu primer equipo que puedan convertirse en futbolistas top o te van a pedir una fortuna por cualquier estrella mediana que quieras fichar. Vinicius, inscrito por el club madridista en el equipo juvenil por un puro tema administrativo, obviamente nunca jugará en esa categoría; va a vivir, entrenar y jugar en el equipo de Lopetegui.
El mejor escenario para su crecimiento está ahí, compitiendo y aprendiendo con los últimos campeones de Europa. Ahora habrá que ir viendo la progresión que el entrenador consigue sacarle, porque Julen es el gran responsable del camino que vaya a tener el chico.
Tiene que dirigirle hacia el juego que más necesite de él, para darle, poco a poco, cierto peso en los partidos y en las alineaciones blancas. Ya se ha visto que tiene calidad, desborde, pase, una arrancada de veinte metros espectacular, gran pierna derecha y nada mala izquierda, con la que también llega al remate. Todo eso lo necesita el Madrid, y sobre todo el gol, que le están afilando los técnicos durante esta pretemporada. Sin prisa, pero sin pausa.