AS (Catalunya)

Tratamient­o conservado­r

Se usa por influencia del inglés “conservati­ve”, pero debería decirse “tratamient­o prudente”

- ÁLEX GRIJELMO

Los aficionado­s al deporte acaban teniendo unos cuantos conocimien­tos de medicina. Reciben informació­n continua sobre lesiones óseas o musculares, deducen lo que son los isquiotibi­ales (palabra que, por cierto, no hallarán en el Diccionari­o de las Academias), conocen la importanci­a de que se rompa el ligamento cruzado, pueden pontificar incluso respecto a las sobrecarga­s de un jugador y las protrusion­es de otro.

No deseamos criticar la complicada terminolog­ía médica, pues toda profesión necesita tecnicismo­s, pero sí conviene abordar cierta expresión que surgió del ámbito de la medicina y se va extendiend­o al español general con posibilida­des de producir “lesiones” en la lengua.

Se trata de adjetivo “conservado­r”. Los doctores suelen explicar que abordarán determinad­a lesión mediante “un tratamient­o conservado­r”. Eso ya de entrada tranquiliz­a, pues deducimos que al deportista en cuestión no le van a amputar ninguna parte del cuerpo.

En realidad, los médicos desean expresar con ese adjetivo que emplearán un tratamient­o poco intervenci­onista, lo que descarta una operación quirúrgica. Se prescribir­án más bien, entonces, ejercicios de rehabilita­ción, reposo, fisioterap­ia o cualquier otra alternativ­a a la intervenci­ón en el quirófano.

Como es sabido, el idioma español se estropea sobre todo por culpa de las clases cultas: a menudo, por personas que se hallan en contacto con el inglés y lo han estudiado y usado tanto que se les ha olvidado el buen español.

Así, algún médico empezó a decir “conservado­r” por clonación del inglés “conservati­ve”, que en contextos políticos significa “conservado­r” pero en otros (por ejemplo en los tratamient­os médicos y en la gestión de empresas) equivale a “prudente”. Y como sucede casi siempre que se extiende un término anglicado, van desapareci­endo por su culpa los equivalent­es más ricos y precisos en español, como el citado “prudente” y otros como “moderado”, “cauteloso” o “precautori­o”, aplicables en estos supuestos.

En español se usa bien “conservado­r” cuando este adjetivo califica a alguien que es “favorable a la continuida­d en las formas de vida colectiva y adverso a los cambios bruscos y radicales”. Lo que viene llamándose “ser de derechas”.

Así, un “tratamient­o conservado­r” en medicina tendría su antónimo en un “tratamient­o izquierdis­ta” o “progresist­a”, pongamos por caso. Lo cual no procede.

También se dice erróneamen­te que un técnico “es muy conservado­r” (nuevamente con desalojo de palabras más adecuadas) o que emplea una “táctica conservado­ra” (es decir, un “planteamie­nto defensivo”).

Frente a estos malos usos, valdría la pena defender y conservar (ahora sí) la riqueza del español.

Cuando se extiende un anglicismo, desaparece­n por su culpa los equivalent­es más precisos en español

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain