Poblet: el primer amarillo y el primero en París

■ Sólo un español ha ganado en París: Miguel Poblet, en 1955. Un pionero. Ese mismo año, el catalán se había convertido en el primer español que vestía el maillot amarillo, tras ganar la etapa inicial. Poblet acabó el Tour como lo había empezado.

Poblet no logró aquella victoria al sprint, que era una especialidad que dominaba, sino escapado. Arrancó a 12 kilómetros del final y aguantó el tipo en solitario hasta imponerse por 14 segundos a Andre Darrigade. Además de la gloria deportiva, aquel triunfo le reportó un suculento beneficio: un total de 1,15 millones de francos (unos 175.000 euros), divididos en 400.000 francos por terminar tercero del maillot verde, 200.000 por la etapa, 100.000 por la combatividad, 200.000 por equipos, 200.000 del bonus especial de Splendid y 50.000 por entrar el primero en el Parque de los Príncipes.

La primera etapa tampoco fue una llegada masiva, sino una fuga de doce ciclistas. También en esa edición ratificó que era más que un sprinter, al coronar el Tourmalet delante de Gaul, Bobet y Loroño. Ya en los años 40 había vencido tres veces en el Campeonato de España de Montaña. “Era un mediofondista al estilo de Valverde”, se definió poco antes de fallecer en Barcelona en 2013, a los 85 años.

Un año después, Poblet se erigió en el primer español que ganaba etapas en las tres grandes, y también en el primero del mundo que lo hacía en la misma temporada. Sólo los italianos Pierino Baffi (1958) y Petacchi (2003) le han emulado después. Su carrera la acabaría con 20 victorias en el Giro, tres en el Tour y tres en la Vuelta.

El Divino Calvo fue igualmente el único clasicómano español hasta la emersión de Freire. Conquistó la Milán-San Remo en 1957 y 1959 y acabó segundo en 1958, mucho antes del triplete del cántabro (2004, 07 y 10). Se tenían admiración mutua.