Brunico, laboratorio atlético
Volará hoy para preparar allí la Supercopa de Europa ante el Madrid
Simeone
“Vino con el Lazio. Se dejó la tarjeta y la encontré yo en el autobús”
El Atleti comenzará hoy la segunda y definitiva parte de su pretemporada, con vistas a la Supercopa de Europa, y para ello ha elegido Riscone de Brunico, una pequeña localidad, una llanura abierta entre Los Dolomitas, aún en territorio italiano en el Tirol del Sur. Es un lugar bien conocido por Simeone que, como jugador, ya trabajó con el Lazio. El Atleti volará a mediodía y se concentrará cinco días con dos partidos: el domingo en Stuttgart (después regresará a Brunico), y el día 8 ante el Cagliari.
“Aquí la gente aún no se cree que viene el campeón de la Europa League”, explica con entusiasmo a As Martin Huber presidente de Turismo de la región. Y eso que Brunico está acostumbrado a equipos del máximo nivel. Inter, Roma, Lazio, Milán, Nápoles... “Trabajamos con un estándar de calidad gracias a una experiencia de casi 40 años recibiendo a clubes, aquí tienen todo para el trabajo deportivo, pero también para que el club pueda extenderse en otras áreas como el merchandising”, explica
Huber señalando todos sus detalles.
Brunico es ideal para realizar trabajo en altitud a una temperatura moderada. No se suelen superar los 30º durante el día, de calor seco. Por la noche el descanso se asegura a temperatura agradable. El complejo deportivo, en el que trabajan a diario 16 personas, está dotado de dos campos de césped reglamentarios, uno con gradas para 4.000 personas, más otro de entrenamiento. Además, posee un centro de fitness a la última, con especial atención a la recuperación con cubetas de hielo (entre 100 y 200 kilos al día).
Y se apuesta además por la conexión club-afición. El centro deportivo posee una zona de hospitalidad, para el contacto con los jugadores, también un área para que el club pueda vender sus productos y hasta otra que, cuando el equipo arrastra mucho seguidor, se destina a una escuela de fútbol para que los más pequeños puedan jugar vigilados, mientras sus mayores ven al equipo. “Todo está pensado: ser del máximo rigor para el equipo y una fiesta para los aficionados”, señala Huber, quien apunta que es posible observar la sesión desde el restaurante del parque deportivo. Ni qué decir el peso del turismo en una estación de esquí como ésta.
Simeone conoce Brunico. El Inter era asiduo los últimos años, pero esta pretemporada decidió realizarla en casa y el Cholo no se lo pensó para organizar una pretemporada atípica, partida ya que los mundialistas se han incorporado a cuentagotas. “Él sabe cómo se trabaja aquí, ¡pasó tres semanas con el Lazio en 2001!”, señala Huber, que recuerda una anécdota. “Tras irse el equipo encontré en uno de los buses la tarjeta de crédito del Cholo, la perdió, pero di con ella y se la envié a Roma. Cuando le veo, siempre se lo digo. ‘Encontré la tarjeta y te la reenvié sin utilizarla...”