El Mini híbrido tiene mucho que ofrecer
Sus baterías se pueden recargar a través de la red eléctrica, lo que incrementa de forma significativa las posibilidades de un coche que disfruta de las ventajas de la etiqueta 0
Ante las incertidumbres que presenta la movilidad urbana, con las previsibles restricciones al tráfico por cuestiones medioambientales, muchos automovilistas se plantean qué coche puede cubrir mejor sus necesidades. Y sin duda, a día de hoy, los híbridos enchufables como el Mini Countryman
Cooper S E figuran entre los más aconsejables.
Este es un Mini que se ajusta poco al guión habitual de la marca por diferentes razones, pero teniendo claras sus funcionalidades llega a satisfacer las exigencias de muchos usuarios. Para empezar, la carrocería Countryman es grande y con estilo de todocamino, envolviendo un habitáculo con un carácter más familiar que lo habitual en la casa. Un interior amplio, con los acabados propios de Mini y que, pese a la reducción del maletero por las necesidades de espacio del sistema eléctrico, ofrece una polivalencia de uso que será valorada por aquéllos que precisen algo más que un pequeño utilitario.
Lo verdaderamente diferenciador de esta versión, por supuesto, es la combinación de un motor tricilíndrico de gasolina con otro eléctrico para convertirse en un híbrido que se pueden recargar en cualquier toma de corriente. Y en ello reside la clave de la cuestión, devolver las baterías a la vida no sólo con la energía cinética del vehículo ofrece muchas más posibilidades.
Su autonomía eléctrica homologada de 42 kilómetros le permite disfrutar de todas las ventajas de la etiqueta 0 de la DGT, que no son pocas y sí muy apreciables. Además, si el uso que se le va a dar es sobre todo urbano, posibilita utilizarlo a diario sin apenas consumir combustible, recurriendo tan solo a la energía de sus baterías que se irán recargando al enchufarlas.
Pero casi todos los automovilistas necesitan moverse más allá de la ciudad, un terreno donde el Countryman S E es un coche confortable, con una estupenda dinámica y sin limitaciones de autonomía. Eso sí, en este caso los consumos pasan al extremo contrario: un conjunto grande y pesado necesita mucha gasolina para moverse con agilidad.